Todo se dio como estaba estipulado. Álex Rodríguez y otros 12 peloteros fueron suspendidos ayer por las Grandes Ligas debido a su vinculación con Biogenesis, la clínica del Sur de la Florida dedicada a combatir el envejecimiento que fue acusada de distribuir sustancias prohibidas a los atletas.
Todos purgarán un castigo de 50 partidos, excepto Rodríguez, quien también fue segregado por la temporada completa de 2014, lo que significa 211 juegos de suspensión.
Sin embargo, Álex apeló, tal y como estaba previsto. Ese mecanismo le permite jugar béisbol con los Yankees de Nueva York mientras dure el proceso que se puede extender hasta noviembre o diciembre que es cuando, según múltiples reportes, el árbitro Fredric Horowitz tomaría el caso. El antesalista estuvo anoche en la alineación de los Yankees durante el encuentro contra los Medias Blancas, en Chicago. “Estoy decepcionado con el castigo”, dijo Rodríguez a través de un comunicado. “Estoy ansioso de volver al campo y estar con mis compañeros en Chicago esta noche (ayer). Quiero dar las gracias a mi familia, amigos y fanáticos que han estado a mi lado a través de todo esto”.
Nelson Cruz, un dos veces All Stars de los Vigilantes de Texas, el nicaragüense Everth Cabrera, de los Padres de San Diego, y Jhonny Peralta, de los Tigres de Detroit, aparecen como las figuras más prominentes entre los 13 suspendidos de los cuales nueve son dominicanos (todos latinos). Este trío de peloteros latinoamericanos participó de las festividades del pasado Juego de Estrellas en Citi Field de Nueva York.
Fernando Martínez (Yankees), Antonio Bastardo (Filis), Jordany Valdespín, César Puello (ambos de Mets), Fautino de los Santos (Padres) y Jordan Norberto (agente libre), además de los venezolanos Francisco Cervelli (Yankees), Jesús Montero (Marineros) y Sergio Escalona (Astros). Valdespín, Bastardo y Escalona nunca habían sido mencionados en el caso.
Todos ellos aceptaron el castigo y no apelarán. En el caso de que sus equipos hagan la postemporada podrían jugar si el equipo así lo entiende necesario.
La novela Biogenesis también se dio al pie de la letra en los casos de Bartolo Colón y Melky Cabrera, quienes también están vinculados a esta clínica. Ellos no fueron suspendidos debido a que ya habían purgado un castigo de 50 encuentros.
Reacción por caso Álex
Según el documento de la MLB, el castigo de Rodríguez es más severo por “uso y posesión de numerosas formas de sustancias estimulantes prohibidas, incluidas testosterona y la hormona del crecimiento humano, a lo largo de varios años”. En el documento, el comisionado Bud Selig indica que el jugador de 38 años “intentó encubrir sus violaciones del programa (de lucha contra las drogas) incurriendo en una conducta que buscaba obstaculizar y frustrar la investigación”, apuntó.
El caso específico Rodríguez, quien desde hace unos días mantiene una disputa con las Grandes Ligas y con su equipo, los Yankees, generó diversas reacciones, incluido un apoyo inesperado de parte de la Unión de Jugadores y su presidente Michael Weiner. “Para el jugador que está apelando, Álex Rodríguez, nosotros estamos de acuerdo con su decisión de pelear su suspensión”, dijo Weiner, también mediante una declaración escrita. “Creemos que el Comisionado no actuó apropiadamente bajo el Acuerdo Básico. El señor Rodríguez sabe que la Unión, consistente con su historia, defenderá sus derechos vigorosamente”.
La Unión había dicho semanas atrás que iban a intervenir en el escándalo sólo para discutir el castigo de los jugadores siempre y cuando las pruebas en poder de las Grandes Ligas fuesen contundentes.
Los Yankees también se pronunciaron a través de un documento en el que expresaban todo su apoyo a la decisión de las Grandes Ligas.
Rodríguez y los Yankees mantienen un pleito paralelo con ribetes económicos, a tal punto que el propio tercera base acusó a un sector de esa franquicia de querer ganar dinero con la suspensión.
El equipo con sede en Nueva York desmintió que esté trabajando junto a las Grandes Ligas en contra del jugador. Es que a Á-Rod los Yankees le adeudan 8.5 millones de dólares de sus sueldo de 28 millones correspondiente a esta temporada y 86 millones de dólares por los últimos cuatro años de su contrato de US$275 millones firmado en 2008.
Cruz y Peralta dan su versión
Cruz y Peralta enviaron sendas declaraciones en las que pidieron excusas y explican su versión de los acontecimientos.
En el caso de Cruz dijo que se acercó a Biogeneis para atender un problema gastrointestinal, que según él, le hizo perder unas 40 libras. “Cometí un error de juicio que lamento profundamente y acepto toda la responsabilidad de mi error”, expresó en un comunicado. “Mi enfermedad no es excusa”, añadió. “Espero poder recuperar la confianza y el respeto de los Vigilantes, de mis compañeros y de la gran afición de los Rangers”.
Ayer el gerente general de los Vigilantes, John Daniels, dijo que se mantiene abierto a la idea de guardar el puesto de Cruz para la postemporada si es que la escuadra clasifica. El jardinero terminó con 26 cuadrangulares y 76 remolcadas en 108 encuentros para los Vigilantes.
Peralta, que también estuvo en el Juego de Estrellas, igual emitió su opinión. “En la primavera del 2012 cometí un error terrible, que lamento profundamente”, dijo. “Defraudé a mucha gente”.
Peralta culmina con .305 de promedio, 11 jonrones y 54 vueltas remolcadas.
Estas dos suspensiones son un golpe duro para Texas y para Detroit, quienes luchan por estar en los playoffs de la Liga Americana.
A-Rod: “Esta es la peor época de mi vida”
Transcurridas pocas horas de que se le anunciara como el sentenciado a la más costosa suspensión en la historia de las Grandes Ligas, Álex Rodríguez defendió su derecho a apelar y evitó abordar directamente el tema de sus vínculos con la clínica Biogenesis. “Esto es América y aquí todos tenemos derecho a defendernos. Ese es mi derecho y lo haré”, dijo A-Rod en conferencia de prensa previa al partido en Chicago. Rodríguez expresó su decepción por el comunicado de Grandes Ligas, en el que se le señalaba de haber usado hormonas de crecimiento y testosterona, entre otras, además de obstruir y negarse a colaborar con las investigaciones que llevaron adelante las Grandes Ligas durante el proceso que tuvo ayer su clímax. “No sé cuál es la motivación de ponerme a mí en el centro de esto. Nosotros vamos a ir a través del proceso. Hemos visto todo –acerca de las pruebas de MLB–, pero todavía no es el momento de hablar de eso. Cuando lo sea yo seré el primero en decir toda mi historia”, apuntó. “Los últimos siete meses han sido una pesadilla. Doy gracias por la oportunidad que tengo en estos momentos de ponerme de nuevo el uniforme de los Yankees y de jugar en Grandes Ligas. Ahora quiero probar que todavía puedo jugar aquí”.
