El compartir y disfrutar los buenos momentos es el mayor premio que una persona pueda ganar en un certamen musical. Por lo menos, es la opinión de Alisbet Zapata.Para la ganadora del festival de música cristiana “Mi voz para Cristo”, haber compartido con un grupo de jóvenes talentos inspirados por Dios, fue su mayor recompensa. “Para mí fue una experiencia maravillosa en la que Dios me ha demostrado lo grande que es conmigo, donde el mejor premio fue conocer a tantos jóvenes motivados por Él, en la que disfruté cada momento”, comentó emocionada Alisbet, en una entrevista con elCaribe.
Cuenta que involucrarse en este festival nunca significó para ella una competencia, sino, una actividad preparada por un grupo de adolecentes parabendecir y adorar a Dios. “Eso para mí no parecía una competencia ni nada por el estilo. Éramos un grupo de jóvenes que estábamos preparando una actividad para alabar y bendecir el nombre del Señor. En ningún momento se sintió ese aire de competitividad, sino más bien de confraternidad y a pesar de que pertenecíamos a diferentes denominaciones cristianas, lo importante es que allí prevaleció el hecho de que todos íbamos a adorar a un mismo Dios”, agregó. Además de “Mi voz para Cristo”, Alisbet Zapata ha participado en otros eventos similares a éste, que le han permitido madurar y crecer en la música.
Una joven que cree en sus posibilidades
Desde niña, sus inquietudes reflejaban su pasión por la música, según recuerda Alisbet Zapata. “Yo comencé a estudiar música desde los 11 años, pero canto comencé desde los 15, y desde ahí me la he pasado cantándole al Señor” recordó. Se considera un títere guiada por los hilos de Dios, ya que según ella “me dejo llevar para ver qué es lo que Dios tiene planificado para mí”.
