Si hay algo claro en el béisbol, es precisamente que nadie puede darse el lujo de descartar nada porque al final de cuentas es pelota y cualquier cosa puede suceder.
Vale la pena pasar balance a una serie de protagonistas de historias interesantes en el último mes de la campaña, nombres que a finales de marzo pasaban inadvertidos, cuales actores de tercer y cuarto rol en una gran película.
Para comenzar, Gio González, el zurdo de los Nacionales que en estos momentos es un fuerte candidato al Cy Young de la Liga Nacional.
Pensar en que estaría compitiendo por ese lauro era, parafraseando a Ricardo Arjona, tan descabellado como entrarle a pedradas a una estrella fugaz.
Washington, como equipo, era conocido por talento, pero de ahí a tener el mejor récord del negocio, es mucha la distancia.
Cincinnati pierde a Joey Votto y fue como si nada hubiese pasado. Es el conjunto con la mejor ventaja divisional en relación al segundo lugar. Empezó ayer con nueve juegos y medio de ventaja sobre San Luis en el centro de la Nacional.
Salvo el Novato del Año de la Liga Americana, que debe ganarlo unánime Mike Trout, de quien tampoco se sospechó que sería tan clave para Anaheim, los demás premios están en el aire.
El Cy Young de la Liga Americana, al igual que en el mayor de los circuitos, pinta que se decidirá en la última semana.
Ni hablar del MVP de cada liga, decisiones que probablemente lleguen hasta la fecha final porque puede que una clasificación incline la balanza hacia uno que otro candidato.
Trout, Miguel Cabrera y Josh Hamilton tienen méritos en la Americana mientras que en la carrera de la Nacional ahora se ha sumado Buster Posey, de los Gigantes.
Oakland se ha erigido como un hueso duro de roer y Baltimore está contestón como nadie imaginaba. Estas escuadras se han dado a la tarea de tumbar las proyecciones de comienzos de campaña.
Hablando de cálculos fallidos, los Medias Rojas de Boston son material por excelencia para un documental sobre grandes derrumbes.
Un año de lo inesperado. l
