Con producción de Félix Cabrera, en el teatro United Palace, del Alto Manhattan, Yolandita Monge y Anthony Ríos ofrecieron a casa llena el primero de una veintena de conciertos que los llevará por todo Estados Unidos, Centro y Suramérica y por supuesto, a República Dominicana.
Fue una noche memorable en la que inesperadamente brotaron lágrimas no solo entre muchos de los presentes sino de los propios artistas cuando unieron sus voces en el escenario y se tomaron de las manos, dándole una verdadera carga emocional a aquel momento.
“Cuando termina un amor”, interpretada por Monge marcó la entrada de Anthony Ríos para cantar a dúo con ella después que lo hicieran por separado. Al verse se saludaron con un tierno beso en sus mejillas, conversaron brevemente sobre los momentos que vivieron juntos. Anthony sentenció con la frase “con el permiso de ese gran esposo que tienes ahora, al que admiro, tú sigues estando buenísima”.
Mientras, Yolandita Monge, al saludar a la concurrencia manifestó sobre Anthony Ríos: “Cómo ha pasado el tiempo, tan fácil que antes se me hacía, pero ahora para abrazarlo tengo que extender bastante mis brazos”. Lo dijo en tono de broma para aludir a la contextura física del intérprete de “Señora tristeza”.
Tras un abrazo interpretaron “Yolanda”, el clásico de Pablo Milanés y luego él le dedicó a ella una canción que compuso para la ocasión: “Eternamente tú”.
Al terminar Yolandita le dio un beso muy cerca de la boca; mientras él dio la sensación de haber quedado sin respiración ante la sorpresiva acción de la puertorriqueña. Los dos, tomados de las manos no ocultaron sus lágrimas. Fue el momento de ternura, de clímax.
La cantante boricua explicó que “todo aquello me trae tantas cosas hermosas que siguen viviendo en mí, porque cuando se es amigo y se ama realmente, trascienden muchas cosas y a lo largo de este tiempo nos quedan nuestros hijos, nuestras familias. Debo compartir con ustedes la alegría que siento de volverlo a ver“.
Monge entonó un éxito tras otro, incluyendo “Señor del pasado”, tema tan recordado cuando ella y Anthony Ríos rompieron su relación que dio mucho de qué hablar, y demostró su arte para ataviar sentimientos como la elegancia, la delicadeza y su pulcritud vocal.
