Entre los múltiples trastornos que pueden afectar el sueño, uno de los más frecuentes es el Síndrome de Apnea Obstructiva, problema que es subestimado, y sumamente peligroso para la salud de las personas que lo padecen, ya que los expone a graves consecuencias a mediano y largo plazo.
La apnea del sueño, produce pausas respiratorias, que pueden llegar a tener una duración de más de 10 segundos y repetirse en un número mínimo de 5 veces hasta decenas de veces por hora (con retorno espontáneo a la normalidad). Estas pausas respiratorias, generalmente finalizan por un gran ronquido o por un sonido similar a cuando la persona se atraganta.
Los pacientes con mayor riesgo de padecer esta condición son personas que roncan, las que tiene sobrepeso u obesidad, con antecedentes familiares de apnea, personas con disminución del tamaño de las vías respiratorias a nivel de la nariz, boca o garganta por razones estructurales y/o alérgicas. El riesgo aumenta con la edad y en los hombres, aunque puede ocurrir también en niños y mujeres.
El doctor José R. Cabrera, Neurólogo–Neurofisiólogo, certificado en la Universidad D’Aix Marseille II, afirma que el diagnóstico definitivo de este trastorno se hace a través de un estudio que identifica con precisión si existe un trastorno de sueño, y qué tan severo es, para indicar las medidas correctivas.
“Este estudio, llamado polisomnografía, consiste en el registro simultáneo, nocturno de múltiples parámetros, como son la actividad cerebral, los movimientos oculares, la frecuencia cardíaca, la cantidad de oxígeno en la sangre, el flujo de aire durante la respiración, los ronquidos, los movimientos respiratorios de tórax y abdomen, y los cambios de posición del paciente”, afirma.
Síntomas
Este trastorno presenta síntomas variados, siendo los más evidentes los que ocurren durante el día, porque los pacientes pueden sentirlo y expresarlo. Dichos síntomas son: somnolencia, dolores de cabeza en las mañanas, dificultad de concentración, problemas de memoria o aprendizaje, sensación de irritabilidad o depresión, sensación de cansancio matinal o de sueño no reparador. También, el paciente puede dormirse fácilmente al estar inactivo, ya sea sentado, viendo la televisión, en una sala de espera o conduciendo un vehículo.
Otras manifestaciones ocurren durante la noche, y representan una alerta para la familia, no así para el paciente, quien las ignora o desconoce la mayoría de las veces. (deneralmente, las detectan las personas que duermen con el paciente, como esposa (o). Estos son los ronquidos, las pausas respiratorias y movimientos involuntarios durante el sueño o sueño intranquilo.
El doctor José R. Cabrera, destaca que el paciente puede notar algunos de los síntomas nocturnos como son: despertarse frecuentemente para orinar, impotencia, transpiración profusa, resequedad de la boca y garganta al despertar.
Pausas respiratorias durante el sueño
Cuando estamos despiertos, los músculos de la garganta mantienen las vías respiratorias abiertas para que el aire entre a los pulmones, mientras que cuando estamos dormidos estos músculos se relajan y la garganta se estrecha.
En condiciones normales, este estrechamiento no impide que entre y salga el aire, pero en el caso de la apnea, las vías respiratorias altas se obstruyen parcial o totalmente. Esto produce fuertes ronquidos y una disminución de la concentración de oxígeno en la sangre.
Cabrera, expresa que solo el 10% de las personas que sufren esta condición están diagnosticadas, es decir, que la mayoría no lo sabe, pues ocurre durante el sueño; y por lo general, el primero en notar ese problema respiratorio es un familiar o la persona que duerme a su lado.
Sostiene que las consecuencias o complicaciones se deben a que esta condición produce descensos frecuentes y repentinos de la respiración porque la concentración de oxígeno y la disminución de la calidad de sueño, desencadenan la liberación de hormonas de estrés. “Estas sustancias aumentan la frecuencia cardíaca, y por tanto, el riesgo de sufrir presión arterial alta, ataque cardíaco (infarto cardíaco), derrame cerebral, arritmias cardiacas e insuficiencia cardíaca, o que estas condiciones empeoren”, dice el experto. Dice que la a apnea, además genera cambios en la forma que el cuerpo usa la energía aumentando el riesgo de diabetes y obesidad y que es un problema crónico-constante, que produce un sueño de mala calidad, cansancio y somnolencia excesiva durante el día.
“Si roncas, te quedas dormido fácilmente durante el día, si te sientes cansado o con dolor de cabeza en las mañanas, si has bajado tu rendimiento intelectual, te has convertido en hipertenso, diabético, tienes sobrepeso u obesidad; podrías sufrir de esta peligrosa condición. Si tienes a alguien en tu entorno familiar con estos síntomas o características es necesario que hagas una cita de evaluación del sueño”, asegura Cabrera.
Cómo tratar este mal
Actualmente, existe un tratamiento eficaz que corrige las pausas respiratorias, corrige los ronquidos y mejora considerablemente la calidad de sueño y la calidad de vida de los pacientes; a la vez que disminuye significativamente los riesgos y las graves consecuencias que podrían desarrollarse tales como: hipertensión arterial, arritmias cardíacas, derrames cerebrales, diabetes, impotencia, accidentes de tránsito o laborales. Este tratamiento utiliza un aparato de presión positiva y continua de aire en vías respiratorias (CPAP por sus siglas en inglés), cómodo dispositivo que envía aire suavemente a la garganta; cuya presión ayuda a mantener las vías respiratorias abiertas durante el sueño.
En nuestro país existen pocas unidades de estudios del sueño que realizan dichas exploraciones, una de estas es el Centro Integral de Medicina Avanzada Horeb (CIMAH), donde funciona una Clínica de Sueño dirigida por el doctor José R. Cabrera.
La Clínica del Sueño, que funciona en CIMAH, opera por consiguiente, según los criterios y normas de las clínicas acreditadas en Estados Unidos por la Academia Americana de Medicina del Sueño y está conformada por médicos especialistas certificados en el área de desórdenes del sueño.
Saber
El ronquido en personas con apnea del sueño es causado por el aire que trata de escurrirse a través de la vía respiratoria bloqueada. Sin embargo, toda persona que ronca no sufre apnea del sueño.
Consejo
Debido a que los tratamientos de los diferentes trastornos del sueño son diferentes, se debe realizar un diagnóstico preciso de este mal para determinar cuál es el problema que origina dicha alteración.