La prohibición que pesaba sobre un grupo de frutas y vegetales cultivados en el país de ingresar al mercado estadounidense fue levantada.
Es una buena y aleccionadora noticia. Buena porque pone fin a la veda que por 10 meses impidió a unos 18 vegetales y frutas ingresar al mercado estadounidense, convirtiéndose así en la mejor noticia que la agricultura dominicana pudo recibir como regalo de inicio de año. Aleccionadora porque refleja la vulnerabilidad que rodea a las exportaciones nacionales de origen agropecuario.
El fin de la veda anunciado por el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS) de los Estados Unidos el pasado jueves trasciende al valor de las exportaciones que estaban impedidas de llegar al gran mercado. El sector exportador ha calculado en US$40 millones el monto que el país recibirá por las exportaciones que serán reanudadas, tras 10 meses de suspensión.
La prohibición fue establecida en marzo del año pasado luego de detectarse la presencia de la Mosca del Mediterráneo en Punta Cana, una zona de poca actividad agrícola. Abarcó frutas (mango, aguacate, lechosa) y vegetales (ajíes y tomates), renglones en los cuales el país ha desarrollado importantes proyectos para exportación.
Tan pronto se estableció la veda, las autoridades dominicanas, con la colaboración incluso de técnicos de los Estados Unidos, iniciaron una ardua labor para declarar al país libre de la Mosca del Mediterráneo. En ese período muchos productores, especialmente los que trabajan bajo ambiente controlado o invernaderos, sufrieron cuantiosas pérdidas. Y temieron desaparecer.
Afortunadamente, la veda fue levantada y el país podrá recuperar el mercado de EE.UU. para enviar frutas y vegetales. La noticia debe causar alegría. Pero jamás provocar descuido en tomar medidas de vigilancia fitosanitaria.
El país necesita saber producir para los mercados extranjeros, que son muy exigentes. l
