Apuesto a los Knicks

Los Knicks de Nueva York tienen un buen núcleo de jugadores encabezados por Carmelo Anthony, Amare Stoudemire y Tyson Chardler, por lo que resulta…

Los Knicks de Nueva York tienen un buen núcleo de jugadores encabezados por Carmelo Anthony, Amare Stoudemire y Tyson Chardler, por lo que resulta raro escribir acerca de una posible clasificación suya a los playoffs de la NBA en vez de hablar sobre ellos como líderes de su división o, por qué no, de ellos como dueños del mejor récord en la Conferencia Este.

Sin Chandler, en la contienda pasada, ellos avanzaron en la sexta posición de la Conferencia Este. Con él, y con el fenómeno Jeremy Lin, hoy día agotan un final de temporada en el que se desangran por obtener ese octavo y último boleto. Ese equipo ha pasado por todo en la actual campaña. Desde lesiones de Anthony y Amare al mismo tiempo hasta la hecatombe que generó el despido de su anterior coach, Mike D’Antoni.

Amare está fuera por lesión y que Carmelo y Lin todavía anoche estaban cuestionables para jugar ante Orlando, pero si hay algo positivo allí es la gran motivación que trajo consigo el dirigente Mike Woodson, quien hasta anoche había ganado siete de sus ocho compromisos.

Los Knicks finalmente se comportan como el equipo que pueden ser, una escuadra capaz de tener una mejor defensa, con un Carmelo disponible para ser ese líder todas las noches. El cambio, señores, ha sido drástico. De un combinado que dependía más de su ofensiva (muy rápida) al un conjunto que se basa en defensa, tanto que con D’Antoni ellos permitían 96.5 puntos por partido, mientras que bajo la tutela de Woodson toleran un promedio de 86.0 unidades por cada encuentro. Eso es mucho decir.

Esa transformación es lo que me hace apostar a ellos en la lucha por  ese octavo puesto, con todo el respeto de los Bucks de Milwaukee, que están debajo a dos juegos y medio, y de los Celtics de Boston, que figuran a esa misma cantidad de partidos en el séptimo lugar.

En sentido general, por más mal que hayan estado, los Knicks no son una franquicia construida para quedarse fuera del dinero y hasta cierto punto los playoffs de la NBA tienen más glamour con ellos adentro, por aquello de la magestuosidad de la Gran Manzana.

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