Dicen por ahí que la desesperación no es buena consejera. Los radicaloides del entorno del presidente Hipólito Mejía, acorralados porque no pegan una en su lucha contra Miguel Vargas Maldonado y la institucionalidad del PRD, como bien ha acuñado el refranero popular, “están que se agarran hasta de un clavo caliente”. De ahí su denuncia tremendista sobre el préstamo en Banreservas de una de las empresas de Miguel, y –según mis informes- otras acciones desesperadas en proceso de ejecución, para lo que no deberían prestarse algunos, a quienes buscan utilizar como carne de cañón, ya que los planes incluyen violencia y provocaciones que podrían degenerar en hechos lamentables. Ojo, que aquí todo se sabe…
Diferencia
Un juez de Nueva York determinó, tras varios de litigio, que la ciudad, es decir el ayuntamiento, pague 18 millones de dólares porque la policía arrestó a manifestantes que protestaron en 2004 ante la convención del Partido Republicano. Por requerimiento de la Unión de Libertades Civiles, que alegó que “ningún manifestante que esté ejerciendo su derecho a protestar debe ser tratado como un criminal, porque la protesta es un pilar fundamental de una justa y funcional democracia y el gobierno”, el juez Richard Sullivan, de la Corte Federal de Manhattan, decretó que los arrestos, unos 400, fueron inconstitucionales y rechazó un reclamo de la ciudad de que eran admisibles. ¡Cuánta diferencia a lo que pasa en muchos de nuestros países…!
Sin ver a Linda
El anterior comentario surge de un reporte que me hizo llegar el hiperactivo Ramón Mercedes, compadre y mejor amigo radicado en Nueva York desde hace más de dos décadas, quien comparte su rol de comunicador con el de dirigente comunitario e incansable y permanente activista de lo que él identifica como “el balaguerismo con Danilo” Medina, a quien su estructura política, que en verdad tiene, sigue apoyando, aunque no han visto a Linda…
