En mi rol de periodista profesional, en todos los medios donde he trabajado, he sido un fiel defensor de los atletas dominicanos, especialmente de nuestros humildes boxeadores. La historia no miente.
Pero si cometen errores en el proceso de sus entrenamientos, no vacilo en criticarlos.
Es deber del periodista profesional ser objetivo y apegado a los principios y a la ética.
Cuando Argenis Méndez hizo la primera pelea con el mexicano Juan Carlos Salgado escribí que le habían robado el triunfo. Los jueces, de forma irresponsable y localista, votaron a favor de Salgado, quien retuvo el cetro ligero junior.
Escribí también que en una revancha seguro que Méndez derrotaría a Salgado. Y así ocurrió.
Disfruté del duro nocaut que nuestro paisano le asestó, en el cuarto asalto, al mexicano.
También en la primera defensa de su cinturón, ante Arash Usmanee, de Afganistán, al dominicano volvieron a perjudicarlo. Los jueces empataron el pleito, a pesar de que se vio claramente que Argenis había ganado.
Disciplina, trabajo
Soy dominicano y me duelen las derrotas que sufren nuestros atletas.
Pero también soy periodista y, en respeto a mi trabajo, escribo -y hablo por la TV- en función de lo que dictan los postulados del periodismo.
Es preciso apuntar que algunos atletas, cuando un periodista quiere entrevistarlo, para obtener noticias, no dan la cara.
En mi reciente viaje a Miami, donde entrena Méndez, traté de entrevistarlo con motivo de la segunda defensa de su corona.
Nunca apareció. Veremos qué nos dice el tiempo cuando tenga la pelea de revancha con Barthelemy.
Que se prepare bien y cumpla con las normales reglas del atleta disciplinado.
Debe pelear mucho mejor que en el primer combate.
Que pelee como lo hizo cuando noqueó a Juan Carlos Salgado. Que pelee con disciplina y valentía.
Si se prepara bien, con disciplina, tiene mucho chance de ganar. Es lo que deseamos… lo que quiere la fanaticada dominicana.
