Santiago. Con una eucaristía presidida por el arzobispo Ramón Benito de la Rosa y Carpio, la arquidiócesis de Santiago celebró los 50 años del movimiento cursillos de cristiandad. Durante medio siglo, 25 mil personas han sido formadas en el cristianismo para que sirvan de evangelizadores y ayer, una gran parte de ellos se dieron cita para ofrecer sus testimonios.
El acto fue realizado en el multiuso de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.
Como co-celebrantes y exponentes durante las casi cinco horas de actividad estuvieron los obispos Amancio Escapa, obispo auxiliar de la arquidiócesis de Santo Domingo; Nicanor Peña, de Higüey; Valentín Reynoso, auxiliar de la arquidiócesis de Santiago, y monseñor Jesús María de Jesús Moya, obispo emérito de San Francisco de Macorís.
Los religiosos en cada turno que le tocó exponer hablaron de la importancia de formar a sus fieles durante estos 50 años.