Santiago.-El arzobispo de Santiago, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, lamenta que todavía en mayo, en tiempo de elecciones, surjan temores, brote la inseguridad, el síndrome del fraude y la desconfianza.
Ve que aún existe miedo a una ruptura de institución democrática, “el mayo florido entonces se tambalea y tiembla y pierde su sabor festivo”.
“Sólo que cada cuatro años cuando hay elecciones se caldea, a veces se le agita, se le mueve, entonces calles se llenan de multitudes, de ruidos, de banderas, de discursos, de los colores de los diferentes partidos”, aduce.
Dijo que las elecciones, incluido el período de campaña, el mismo día de las votaciones y el post-electoral, podrían y deberían ser un tiempo con sabor a fiesta.
“Al fin y al cabo, unas elecciones son una celebración de la conciencia, de la libertad, de la autodeterminación de los pueblos. Hay pues debajo del tiempo electoral, un tiempo de fiesta que no alcanza todavía a manifestarse plenamente en el mes de mayo”, apunta el religioso en su columna Un Momento.