El asalto navideño de Johnny Pacheco

Los legendarios músicos Johnny Pacheco y Milton Cardona recuerdan la experiencia de la grabación del disco Asalto Navideño, todavía entre los más vendidos durante estas fechas a pesar de haber salido al mercado hace 40 a

Los legendarios músicos Johnny Pacheco y Milton Cardona recuerdan la experiencia de la grabación del disco Asalto Navideño, todavía entre los más vendidos durante estas fechas a pesar de haber salido al mercado hace 40 años. Pacheco, que fundó el sello Fania junto al abogado Jerry Masucci, lo que gestó el nacimiento de las Estrellas de Fania, dijo ayer miércoles en entrevista con Efe que la idea del disco surgió del fenecido cantante Héctor Lavoe, el trombonista Willie Colón y el cuatrista Yomo Toro.

“¡Cómo pasa el tiempo!”. Parece que fue los otros días. Empezamos con una idea y terminamos agrandándola”, dijo el músico. Recordó que fue difícil grabar el disco porque todos los músicos no se podían controlar en los momentos jocosos que estaban viviendo en el estudio de Fania Récords, en Nueva York, y que prácticamente todo se improvisó.

Un músico visionario

Johnny Pacheco fundó el sello Fania que daría lugar a las Estrellas de Fania, donde también estuvieron otros salseros como Cheo Feliciano, Ismael Miranda, Bobby Valentín, Ray Barreto y Roberto Roena. Los otros músicos que participaron en la producción fueron William “Sweet” Campbell (percusión), José Mangual (bongó), el profesor Joe Torres (piano), Louie “Timbalito” Romero (timbales), Santi “Choflomo” González (bajo), Roberto García (cuatro), Miguel “El Túnel” Matos (percusión menor) y Justo Betancourt (en el coro).

“Parecíamos idiotas con solo una idea, pero Yomo fue el primero en hacer las introducciones y ahí se enganchó Héctor. Después, llegó Willie y le puso el trombón. Y le dije: vamos a ver adónde llegamos y ahí parece que el cerebro se enderezó. Son momentos que solo pasan una vez”, sostuvo.

Pacheco dijo que conocía de la música jíbara puertorriqueña porque estando en Nueva York algunos cantantes boricuas como Flor Morales Ramos (1915-1990), mejor conocido como “Ramito”, y José Miguel Class (“El Gallito de Manatí”), realizaban presentaciones en la ciudad estadounidense.

El disco incluyó los éxitos “La Murga”, “Canto a Borinquen”, “Aires de Navidad”, “Vive tu vida contento”, “Traigo la salsa”, “Esta Navidad” y “Popurrí navideño”.
El sonido en la producción se compone mayormente de la música jíbara o campesina, que se mezcla con elementos del guaguancó cubano y el jazz afroamericano, así como el merengue dominicano, la samba de Brasil y la murga panameña, entre otras tendencias latinas.

El álbum fue el primero de Navidad que lanzó el sello Fania, que posteriormente publicó una segunda edición en el 1973, que incluyó temas como “La banda”, “Cantemos”, “Pa’ los pueblos” y “Arbolito”.

Cardona, por su parte, admitió que fue “una experiencia chévere” el haber participado de dicho álbum, pues le recordó su niñez en el pueblo de Mayagüez, en la costa oeste de Puerto Rico, donde vivió sus primeros años de vida antes de emigrar a Nueva York. Recordó que al momento de crear las ideas para el disco, decidieron llamar a Toro porque era el único que conocía con perfección la música jíbara.

La música de Borinquen

“Me gustó mucho la música porque Willie, Yomo y Héctor vinieron con esa idea de hacer un disco con nuestra música. Yo soy borinqueño, así que cuál otra música iba a tocar”, expresó Cardona a Efe. Cardona, que estudió música en Nueva York, primero tocaba violín, aunque después cambió al bajo, que decidió no tocar más por su gran peso, lo que le hizo terminar en la percusión.

A pesar de que lleva viviendo en Nueva York la mayor parte de su vida, Cardona enfatizó que se considera puertorriqueño. “Yo me considero puertorriqueño. Si me corto el brazo, lo que sale es sangre puertorriqueña”, afirmó.

El músico dominicano Johnny Pacheco fue una pieza fundamental para el desarrollo de la salsa a nivel internacional. Gracias a su buen ojo como músico, pudo fraguar una discografía selecta que cimentó los primeros años de este género que en sus orígenes agrupó a los principales exponentes de la época, muchos de ellos todavía activos. Es el caso de Willie Colón, Rubén Blades y muchos otros más. La salsa le debe a Pacheco y a Jerry Masucci su creación, desarrollo y afianzamiento en un mercado que los recibió con los brazos abiertos.

Una historia colmada de éxitos

Johnny Pacheco nunca pensó que más de 60 años después de aprender a tocar el acordeón y la flauta seguiría sobre los escenarios. El músico creció en Santiago de los Caballeros, donde su mamá, asidua de las radionovelas cubanas, dejaba encendido un aparato de onda corta en el que luego escuchaba programas musicales.

Su papá tocaba el clarinete, así que desde pequeño Johnny cultivó su oído musical con una amalgama de ritmos que se amplió cuando de adolescente incursionó en grupos folklóricos dominicanos.

Más tarde se graduó de la prestigiosa escuela de música Julliard, así que para cuando se dio cuenta de que los latinos en Nueva York, donde se mudó luego con su familia, no tenían un ritmo que los identificara, ya su base se había ampliado grandemente, lo que probó rendir frutos.

En la foto, Pacheco aparece junto a tres de los legendarios salseros que participaron en el segmento musical que le preparó la producción de los Premios Casandra en el 2009. La salsa tronó a ritmo de sus mejores acordes en el Teatro Nacional Eduardo Brito.

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