La Asociación de Jueces y Juezas Independientes de la República Dominicana exigieron este miércoles que se critiquen los razonamientos de las decisiones que toman, no a los jueces.
“Lo justo y lo correcto, no es necesariamente lo que siempre gusta a todos; mucho menos a los que, por no comprender ni aceptar la lógica del Derecho, se inscriben en lo que hoy se ha denominado el “populismo penal”, dice un comunicado de la entidad que preside Yudelka Villanueva.
Citó como ejemplo el caso del magistrado Claudio Aníbal Medrano, quien dejó en libertad tras el pago de una garantía económica al alcalde de San Francisco de Macorís, Feliz Manuel Rodríguez Grullón.
“Advertimos que desde algunos medios, no se vierten críticas al contenido y a los razonamientos de la sentencia como es deseable, objetivo y responsable, sino, a la persona del Juez que la ha librado”, indican.
Opinan que la discusión y la crítica no consistan en una pretensión de sustituir a las instituciones imponiendo el criterio de ciertos comunicadores ni de los grupos de presión, so pena de destruir la imagen de quien adopta una decisión.
“Si se pretende que un juez ha adoptado una decisión inadecuada, hay que aprovechar sus debilidades y destruirla por los medios que el derecho provee, incluyendo la crítica racional en todos los escenarios”, dicen.
Mostraron su preocupación por la violencia verbal que reiteradamente caracteriza este fenómeno en San Francisco de Macorís contra los jueces.
“Hay que tener en cuenta que la justicia independiente e imparcial, es una garantía orgánica que el Estado y la sociedad deben promover y preservar como garantía de la democracia y del Estado de Derecho”, dijo.
Estima que es antidemocrático querer imponer criterios extra normativos al proceder de los jueces. “No puede aspirarse a vivir en una sociedad segura y democrática, cuando los que llevan la información al pueblo, condicionan el proceder de todos a su particular manera de explicarse el mundo y la realidad”, expresan.
Precisan que un pueblo desinformado no es un pueblo libre y carece de un poder sustentable; que la desinformación puede mover a la muchedumbre, pero, jamás a los verdaderos ciudadanos, como seres libres y consientes.
Puntualizan que manipular los fenómenos sociales, mediante el estímulo deliberado y mal sano, no parece el fin del periodismo ético, sino, más bien, el perfil de una empresa que procura obtener beneficios particulares sin reparar en los medios.
Dijeron que se deje actuar a la justicia, sin renunciar jamás a la necesaria y útil crítica de la ciudadanía y de los medios de comunicación. Señalaron además que se debe hacer uso de las embestidas a la moral de los jueces/as que adoptan una decisión jurisdiccional, sólo se justifica, cuando se tengan los elementos probatorios, y mediante una acción disciplinaria.