No cabe duda que los graves problemas de nuestros vecinos nos afectan. En realidad somos dos naciones con poblaciones aproximadamente iguales luchando por un espacio vital, pues la degradación medioambiental ha aumentado exponencialmente la presión demográfica de Haití. Aunque no somos responsables de sus problemas, sí somos responsables de enfrentarlos en la medida que nos afecten. Tenemos, pues, una excelente oportunidad para discutir estos asuntos en la próxima campaña electoral. A continuación algunas sugerencias.
1.- Nuestro gobierno está implementando importantes proyectos de infraestructura que sobrepasan los 2 mil millones de dólares. ¿No podríamos gastar 200 millones de dólares para ejecutar un proyecto de verdadero control fronterizo en base a vallas y tecnologías de vigilancia, utilizando la asesoría de expertos internacionales en la materia? Está claro que sin una voluntad de dedicar recursos al control fronterizo, nuestros problemas migratorios no harán más que crecer.
2.- ¿Cuál va ser el destino final de los aproximadamente 288,000 inscritos en el Plan Nacional de Regularización? Es sabido que la inmensa mayoría de los mismos no ha cumplido los requisitos mínimos y, en consecuencia, se le ha otorgado un nuevo plazo para llenar dichos requisitos. ¿Es que se pretende diferir este asunto, para que el gobierno electo otorgue una amnistía, encubierta y justificada bajo cualquier pretexto, para complacer a los organismos internacionales?
3.- Un 35% de nuestra juventud está desempleada. De acuerdo al Banco Mundial un 51,2% de los dominicanos son pobres. ¿Estamos dispuestos a dedicar recursos importantes para lanzar un plan nacional de empleo para los jóvenes, acompañado de la introducción de tecnologías intermedias, como mayor uso de prefabricados en la construcción, y mayor mecanización en la agricultura? ¿Se va prohibir el uso de la mano de obra extranjera en obras estatales? ¿Se va a multar el empleo de inmigrantes en violación a las leyes laborales?
4.- Las Naciones Unidas han calculado que se están trasegando 40,000 toneladas de carbón, a través de la frontera. En cualquier país medianamente civilizado la quema de bosques constituye un acto criminal. ¿Se deportará a todo aquel que queme nuestros bosques? ¿Se encarcelará a los dominicanos dedicados a este “negocio”? ¿Qué impide implementarlo inmediatamente?
5.- Haití es un país inestable y un importante socio comercial, lo que debería ser motivo de preocupación para nuestras autoridades. ¿Qué deberíamos hacer para desarrollar mercados alternativos, y disminuir la importancia de un mercado potencialmente muy inestable?
Necesitamos respuestas claras y sencillas, sin demagogia. No necesitamos discursos insípidos de parte de unos, ni discursos de barricada patriótica de parte de otros, que sirvan de cortina de humo para evitar discutir abiertamente, en democracia, temas verdaderamente vitales para nuestro destino nacional.
