MADRID. Antoine Griezmann marcó dos goles de oro y el Atlético de Madrid le sacó el máximo rédito a su mantra de constancia y sacrificio para ganar ayer 2-0 al Barcelona y clasificarse a las semifinales de la Liga de Campeones, dejando en el camino al vigente monarca. Como tantos campeones anteriores, el Barsa fracasó en su intento de revalidar el título europeo, al no lograr rentabilizar su victoria 2-1 en la ida de hace una semana en su estadio, y se despidió de la competición en los cuartos de final, derrotado por 3-2 en el global.
“Es normal sufrir contra el Barça. Estamos muy felices y orgullosos. Hay que ir partido a partido”, declaró Griezmann, repitiendo la habitual consigna del preparador argentino, Diego Simeone.
Los tantos del ariete francés a los 36 y 88 minutos, el segundo de penal, significaron el boleto para el Atlético, que no alcanzaba la penúltima ronda europea desde 2014, precisamente cuando eliminó en cuartos al cuadro azulgrana, y acabó sucumbiendo en la final frente al vecino Real Madrid.
“El equipo está en un bache. Hay que hacer autocrítica, sería injusto individualizar. Debemos mejorar nuestro rendimiento, yo el primero, para ganar lo que nos queda”, declaró el timonel del Barcelona, Luis Enrique.
Bayern cruza
Pep Guardiola tendrá una tercera oportunidad para instalar al Bayern Munich en la final de la Liga de Campeones.
Con una cuota inesperada de sufrimiento, el campeón de Alemania empató el miércoles 2-2 con Benfica y avanzó por quinta temporada consecutiva a las semifinales del torneo.
Bayern rentabilizó el triunfo 1-0 en el partido de ida en Munich para imponerse con marcador global de 3-2.
Bayern y Guardiola conservan las esperanzas de repetir el triplete Champions-Bundesliga-Copa Alemania que el equipo logró con el predecesor del timonel español, Jupp Heynckes.
