La Junta Central Electoral entregó al país los resultados de la auditoría practicada por esa institución a los libros del Registro Civil. Se trató de un esfuerzo especial producto de la Sentencia TC/0168/13, del Tribunal Constitucional, que a su vez sirvió de base legal para la aprobación en el Congreso Nacional de la Ley 169-14, que establece un régimen especial para personas nacidas en el territorio nacional inscritas irregularmente en el Registro Civil Dominicano y sobre Naturalización.
Desde octubre del año 2013 hasta este mes de mayo del 2015, la Junta Central Electoral revisó más de 56 mil libros a nivel nacional con expedientes que datan desde el año 1929 hasta el 2007, tal y como ordenaban el Tribunal Constitucional y el Congreso de la República.
La JCE calcula en 779 mil 40 horas-hombres invertidas en el proceso. Ha sido esta auditoría la que ha permitido que alrededor de 53 mil expedientes hayan sido autorizados en su expedición y en su transcripción, de conformidad con la Ley.
Ahora que esos ciudadanos han sido identificados, que reúnen las condiciones para ser aceptados como dominicanos y dominicanas, viene la fase de documentación. Se trata de más de 200 mil personas extranjeras que residen en el país de manera ilegal y que aunque no pueden aplicar en estos momentos para ser naturalizados como dominicanos, sí pueden entrar en el proceso de regularización de su estatus, para luego optar por la ciudadanía en los próximos dos años.
Como es normal, quienes no entran en ninguna de estas categorías deberán retornar a su país, con posibilidad de regresar a República Dominicana por las vías que establecen las leyes migratorias, como en todas las naciones del mundo. Ese proceso tendrá que estar apegado a las normas internacionales, con el respeto de los derechos humanos.
Al terminar la auditoría al Registro Civil, la JCE acaba de aportar más que un granito de arena a la solución de un serio problema que tenía el Registro Civil, y que afectaba también el régimen de identidad en la República Dominicana.
Se caen los augurios de quienes decían que esa auditoría sería una cacería contra determinados nacionales.
