El Beep Béisbol de Francina, un éxito

El partido quedó empatado a dos carreras, pero todo el que asistió al Clásico de Beep Béisbol quedó convencido de que el deporte es para todos.

El partido quedó empatado a dos carreras, pero todo el que asistió al Clásico de Beep Béisbol quedó convencido de que el deporte es para todos.La tarde dominical fue testigo de una actividad única en el estadio Quisqueya cuando dos equipos de no videntes se robaron el show al jugar tres sorprendentes entradas de Beep Béisbol.

Esta actividad fue una realidad gracias a la Fundación Francina Hungría, que lleva el nombre de la mujer altamente conocida en el país por su triste episodio de 2012 cuando perdió la visión a causa de un disparo. “Estamos muy felices con los resultados y el apoyo”, dijo Hungría. “Es importante que nuestra sociedad esté concienciada de las dificultades que enfrentamos las personas con algún tipo de discapacidad; que sepan qué sentimos, pero también la colectividad esté consciente de todas nuestras capacidades y potencialidades y sobre todo nos apoyen en nuestras demandas”, apuntó.

La actividad contó con un masivo apoyo de la clase artística y deportiva local, que dio su brazo por tan noble causa.

Todo comenzó con exlanzador de Grandes Ligas, Pedro Martínez, lanzando bolas a modo de exhibición a figuras del arte dominicano a quienes les fue puesta una venda sobre sus ojos para simular visión nula.

Nadie pudo con Martínez, incluso Moisés Alou, quien hizo varios swings en blanco. Georgina Duluc, Irving Alberti, Isaura Taveras, Francisco Vázquez, Carolin Aquino tampoco tuvieron éxito ante el tres veces ganador del premio Cy Young. “Ni porque son ciegos deja tú de lanzar sin mañas”, le vociferó el exlanzador Octavio Dotel a Martínez. “Tú eres un lanzador mañoso”, agregó.

La propia Francina Hungría fue una especie de bateadora de honor de la actividad. Martínez entonces siguió lanzando en el partido oficial que enfrentó a los Black Hawks de Austin y a los Huracanes del Caribe.

El público disfrutó a todo dar el partido

El partido quedó empate a dos carreras, pero eso poco importó porque el público definitivamente no tenía equipo favoritos: celebraba igual cada vez que alguno hacía una carrera. En Beep Béisbol los únicos videntes fueron los lanzadores, el árbitro y el receptor. Se juega con dos bases y seis “outfielders” invidentes que tienen que impactar una bola especial que emite un sonido.

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