BEIRUT, Líbano (AP) — Los ataques aéreos de la coalición liderada por Estados Unidos contra el grupo Estado Islámico y otros extremistas en Siria han matado a más de 860 personas, incluso civiles, desde su inicio a mediados de septiembre, dijo el miércoles un grupo activista.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo que la inmensa mayoría de los muertos (746 personas) eran milicianos de Estado Islámico. Otras 68 personas formaban parte de un grupo sirio afiliado a al-Qaida conocido como el Frente Nusra. Al menos 50 civiles, incluso ocho niños y cinco mujeres, murieron en los bombardeos, añadió.
La campaña aérea de la coalición en Siria comenzó en la madrugada del 23 de septiembre, en lo que el presidente estadounidense Barack Obama dijo que era un intento por hacer retroceder y, en última instancia, eliminar al grupo Estado Islámico.
Los extremistas han sido el principal objetivo de los ataques, aunque al menos en dos ocasiones, Estados Unidos dirigió sus bombas a lo que se dice es una célula específica del Frente Nusra que supuestamente planeó ataques contra intereses estadounidenses.
Los ataques aéreos en Siria se derivan de una operación liderada por Estados Unidos en el vecino Irak, también contra Estado Islámico, que ha tomado el control de una buena parte de territorio en ambos países.
En Irak, las fuerzas de seguridad del gobierno y milicias chiíes prácticamente han frenado el avance de los milicianos, e incluso los han hecho retroceder con ayuda de los bombardeos de la coalición. Sin embargo, todavía hay fuertes enfrentamientos en varios frentes y los ataques contra soldados y civiles siguen siendo comunes, en particular en Bagdad.
El miércoles, tres explosiones dentro y alrededor de la capital iraquí dejaron al menos 17 muertos y casi 40 heridos, informaron autoridades de la policía y de hospitales. Hasta el momento nadie se ha responsabilizado por los ataques, pero tienen las características distintivas del Estado Islámico.
El atentado más letal ocurrió en el turbulento distrito de Youssifiyah, en el sur de Bagdad, donde un atacante suicida embistió con un coche bomba un puesto de control militar matando a seis soldados e hiriendo a 16 personas, incluso 10 civiles.
Más temprano, un vehículo con explosivos estalló cerca de un conjunto de tiendas en el acaudalado distrito bagdadí de Mansur matando a seis civiles e hiriendo a 13. Minutos después, un suicida se inmoló a la entrada de una estación policial mientras los agentes corrían al primer lugar del ataque, matando a cinco policías e hiriendo a 10.
En otras partes de Irak, las fuerzas del gobierno respaldadas por milicianos chiíes enfrentaban el miércoles una fuerte resistencia de los extremistas islámicos en el poblado petrolero de Beiji, un día después de que expulsaran a los milicianos del centro del pueblo, dijo un funcionario en entrevista telefónica.
Todas las fuentes hablaron con la condición de no ser identificadas por no estar autorizadas a dar información a los reporteros.
