Las elecciones en Estados Unidos se tragaron las noticias locales, entre ellas, una muy importante, el pacto por la salud, entre el Gobierno y el Colegio Médico Dominicano (CMD). La negociación sirvió para reiterar algunos valores que no siempre se consideran en la dimensión debida: la fuerza del diálogo, y con el mismo, la voluntad de las partes.
En esa dirección habría que reconocer el papel desempeñado por los mediadores, particularmente al padre Jesús Castro, que fue un extraordinario acompañante, y a los demás profesionales que contribuyeron a mantener la comunicación.
Desde otra perspectiva, en la línea del frente, es inevitable pensar en la ministra Altagracia Guzmán Marcelino, que nunca perdió su buen sentido del humor y su habilidad para conectar con sus colegas, sin renunciar a su condición de funcionaria pública. El Gobierno nacional, representado en el ministro Gustavo Montalvo, también fue clave para que no sólo se llegara a una solución cualquiera, sino para que fuese una suerte de “pacto por la salud”.
Esta vez, médicos y Gobierno trabajaron para que lo acordado fuese más que un simple ajuste salarial. Sentaron las bases para empujar el programa de reforma del sector salud, y con el mismo, mejorar las condiciones materiales de trabajo de todos aquellos que sirven en el servicio sanitario nacional y mejorar también las prestaciones a la gente.
No vamos a enumerar cada uno de los puntos acordados, porque sería prolijo. Pero el compromiso de autoridades y médicos de avanzar en el establecimiento de la Red Única de Salud, el Primer Nivel de Atención Primaria, la institucionalización del concurso en los puestos clave de gestión, la comprensión de que asignar un 5% del PIB a la salud está atado a otros procesos de gestión de la gobernanza, y privilegiar el diálogo a la presión en el curso de las relaciones médico-gobierno, son indicadores de que se suscribió un buen acuerdo.
Ganaron los médicos, que elevan sus condiciones de trabajo, gana el Gobierno, que se quita una presión ruidosa, y ganan los usuarios de los servicios sanitarios públicos.
