El reportaje y editorial de la edición de ayer de elCaribe sobre la falta de cortesía y civismo en el país, me asestaron una bofetada sin mano.Su lectura me significó vergüenza al rememorarme ocasiones en que perdí la oportunidad de ser amable y considerada con mis conciudadanos.
¿Qué me pasa a mí y muchos dominicanos cuando preferimos la grosería y el irrespeto en vez de las buenas maneras al conducirnos en las calles? Cada uno podría justificarse: la prisa, el estrés, el desorden nacional quizás.
Sin embargo, deponer las particulares motivaciones auspicia la solución a favor de todos. Mejorar la convivencia ciudadana está en cada uno; se reduce a tratar siempre a los demás cómo queremos ser tratados.
Claudia Fernández Lerebours
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Periodista
