Meiguel Cabrera ingresó ayer al círculo exclusivo de los latinos que han obtenido el cotizado premio al Jugador Más Valioso.
Es el número 15 en los registros del negocio y el primero de Venezuela, donde las hazañas se han acumulado como hoja en palo en los últimos años gracias a la calidad de un talento que crece y se impone en las Mayores.
Fuera de su amplio dominio en las votaciones sobre un Mike Trout que fue más promoción que realidad, el equivalente a mucha espuma y poco chocolate, es importante señalar que Cabrera supo vencer otra batalla, que probablemente sea la más grande de todas: la de sus propios demonios.
No hace mucho, el afable jugador fue víctima de su pobre juicio con el alcohol, lo que le llevó a un mar de críticas y a verse tras los barrotes por conducir ebrio.
Su último encontronazo por manejar bajo los efectos del etílico le hizo un daño a una figura que ya estaba de por sí averiada por desafueros que tocaron su familia.
Esos inconvenientes opacaban las herramientas de quien se proyectaba para ser el mejor bateador del juego, trono que hoy ocupa.
Pero los consejos no pararon de llegar y, cual mortal que entiende que al tener dos oídos y una boca se debe escuchar más de lo que se habla, Miguel entendió que o cambiaba o se hundía.
Afortunadamente, dio el paso para mejorar y actualmente recibe el reconocimiento por la capacidad con el bate que Dios le concedió y por enderezar sus pasos como ciudadano, esposo y padre.
Cabrera es un orgullo latino y un ejemplo para miles en Venezuela que desean seguir sus pasos.
Sirvan estas líneas para celebrar a un MVP dentro y fuera del terreno. Esperamos que continúe por el sendero que actualmente transita.
Apunte esto
Los Leones del Escogido llevan dos triunfos en línea y se acercan a medio juego del Licey por el quinto puesto del torneo…Esta noche debe venir Manny Ramírez al Estadio Quisqueya con las Águilas para medirse a los Leones , un aliciente para una excelente asistencia…El hombre es un imán.
