La calidad nutritiva de los alimentos es muy importante. La privación de los alimentos básicos produce repercusiones serias sobre la salud, más graves aun si la malnutrición ocurre en los primeros años de vida del individuo. En los países pobres del Tercer Mundo, según las estadísticas, se registra una tasa elevada, no solo de malnutrición, sino de profunda desnutrición con casos frecuentes de caquexia por inanición; pero irónicamente, en regiones con acceso a una buena nutrición se registran casos por problemas carenciales debido a una alimentación inadecuada.
La falta de proteínas provoca importantes manifestaciones clínicas: hinchazón general del cuerpo, retardo en el crecimiento y desarrollo, deficiencia intelectual, trastornos inmunológicos y muchos otros síntomas. La deficiencia de vitamina B origina la enfermedad llamada Beri Beri; la carencia de vitamina C produce el Escorbuto que se manifiesta con profusas hemorragias; la carencia de vitamina D y calcio provoca raquitismo y osteoporosis. Así, podríamos describir una cantidad innumerable de síndromes y enfermedades carenciales de la nutrición.
Como ustedes ven, la alimentación es una actividad ineludible para la existencia de un ser vivo, en la que cuenta no solo la cantidad, sino también, como ya hemos explicado, la variedad, la calidad y el balance de los nutrientes. Talvez, por ese papel básico de la comida, se dice que “somos lo que comemos”, pero dice el D. Andrew Weil, experto en nutrición, que son muchos los elementos que se combinan para asegurarnos una vida saludable.
