Cámara pide al Gobierno definir política forestal

La Cámara Forestal Dominicana planteó ayer la necesidad de que el Estado asuma el desarrollo forestal como política y de que el Gobierno reconozca el empuje que la actividad puede dar a la economía.

La Cámara Forestal Dominicana planteó ayer la necesidad de que el Estado asuma el desarrollo forestal como política y de que el Gobierno reconozca el empuje que la actividad puede dar a la economía.De acuerdo a los números que maneja la institución, República Dominicana consume unos US$300 millones anualmente en productos forestales y de eso genera internamente apenas entre el 16 y el 20%, todo lo otro es importado.

Sin embargo, contrario a abogar para que la producción maderera incremente, todas las voces que se escuchan sobre el tema son generalmente en contra y todo aquel que está envuelto en el negocio forestal se ve como depredador y como una persona que está en contra de la nación, cuando en realidad no es así, plantea el director de la Cámara Forestal, José Rafael de Moya, en una visita realizada al periódico elCaribe.

Acompañado de José Contreras y de Humberto Checo, ambos miembros de la institución, sostuvo que trabajan para que el sector privado cree la industria forestal. “Lo más importante es que el Estado entienda el potencial que tiene el sector, los suelos y el clima tropical que existen, y que eso no se aprovecha. Se está desaprovechando, por ejemplo, la posibilidad de generar energía eléctrica a partir de la biomasa”, dice De Moya, cuando aborda la cuestión.

Desde la óptica de la Cámara Forestal Dominicana, el mercado internacional es el más importante, porque de los 300 millones de dólares que importa República Dominicana en productos madereros, solo logra sustituir o suplir unos 45 millones. Es decir, que restan unos 255 millones de dólares por sustituir.

“Nos interesa educar a los medios de comunicación sobre la necesidad e importancia de aprovechar los recursos que tenemos, siempre apegados a las mejores prácticas”, sostiene Humberto Checo en la conversación. Y critica que en ocasiones, comentaristas sin argumentos y datos concretos usen el tema de manera alegre. “A veces se ve, por ejemplo, que cruza un camión cargado de caoba por la carretera y se toma ese tema para decir que se está depredando, cuando en realidad para cortar esos árboles se tomó en cuenta un programa que existe y que se hizo con apego a las normas establecidas”, apuntó Checo.

“Hemos estado planteando la necesidad de que políticamente el Estado entienda que el sector forestal es productivo, que tiene una alta capacidad de generación de empleos y una alta capacidad para reducir fugas de divisas, y que tiene unos resultados y unos beneficios ambientales que son necesarios”, agrega Checo, tesorero de la Cámara Forestal y director del Plan Yaque.

En el Ministerio de Medio Ambiente hay registradas y certificadas más de 4,000 fincas forestales, de acuerdo a datos de la Cámara Forestal y de productores hay más o menos la misma matrícula, pues cada finca representa un productor.

Contreras, De Moya y Checo coinciden en que la mayoría de los países que tienen un desarrollo (no explotación) a través de un manejo forestal sostenible son aquellos que tienen mejor cobertura forestal y mejores beneficios y servicios ambientales.

Y agregan que si República Dominicana se coloca a un nivel más elevado en producción de madera, podría beneficiarse de la demanda que existe, por ejemplo, en los mercados cercanos, como las islas del Caribe. A través de la foresta se generan entre 40 mil y 50 mil empleos y se contribuye a la conservación de las aguas y a la captura de carbono. “Lo que otras empresas contaminan, el sector forestal, desde la industria forestal procura capturarlo, pero eso no se dice. Eso no se entiende”, indica De Moya.

Mientras, José Contreras , dijo que en la provincia Monte Plata (entre Guerra, Monte Plata y Sabana Grande de Boyá) hay más de seis millones de tareas baldías, haciendo nada, en las que en ocasiones se producen incendios forestales, porque son zonas desprotegidas que a nadie le duelen.

“Si el Gobierno de motu proprio o a través de la industria privada realiza un programa de siembra masiva en esa zona, esa provincia que es la segunda más pobre del país, yo podría decir que pasaría a ser la segunda más rica del país, si aprovechamos todo el potencial que tiene.

Según la Cámara Forestal, hay 9,000 tareas listas para las siembras, pero cuando uno va a los viveros del Estado no encuentra esas plantas para esas áreas. Necesitamos ese apoyo del Gobierno, como una política de Estado para potenciar toda esta zona. Entre las especies que el país puede cultivar en mayor cantidad, y con vocación exportadora figuran: pino caribaea, acacia y caoba (criolla y hondureña), entre otros. Frente a los altos costos de la energía, los árboles también representan una excelente oportunidad para generar energía limpia a un costo más reducido. De hecho, en el país hay varias plantas generando energía en base a biomasa. 

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