Cámaras de vigilancia y seguridad ciudadana

Antes las escenas de crímenes eran casi exclusivas de la televisión y del cine. Eran ficción, puro drama, y aun así nos perturbaban. Muchos crecimos en ese ambiente, donde la muerte violenta, en el mismo instante de ocurrir, solo podía ser comentada&

Antes las escenas de crímenes eran casi exclusivas de la televisión y del cine. Eran ficción, puro drama, y aun así nos perturbaban. Muchos crecimos en ese ambiente, donde la muerte violenta, en el mismo instante de ocurrir, solo podía ser comentada por los que estuvieron presentes, quienes en ocasiones no interpretaban correctamente el hecho o lo contaban a su manera. Resalto que debe ser muy insensible el que observa calmadamente mientras matan a alguien y luego lo narra con detalles.

En estos tiempos es distinto. La tecnología nos acerca a la realidad cercana y lejana de manera acelerada. Desde que salimos a la calle, nuestros pasos pueden ser captados por las cámaras que abundan en los espacios públicos y en los negocios, incluso en nuestros hogares, sin contar que la mayoría de los móviles o celulares tiene la capacidad de grabar. Nuestra vida privada cada vez es más limitada.

Ahora somos testigos de los crímenes más horrendos, con todos los detalles, a veces a escasos minutos de suceder, no importa el lugar de nuestra patria o del mundo. Los sucesos quedan grabados y las redes sociales se encargan de darlos a conocer, y la gente los interpreta, los repite una y otra vez; opina, se enfurece, pide sanciones… Y las víctimas son de carne y hueso, con nombres y apellidos, con familias y amigos, no inventos de un guionista.

Estos vídeos nos llegan con frecuencia y es difícil que no nos impacten. Hace días recibí uno que me hizo llorar. Dos malhechores andan en motocicleta, ambos con gorras para evitar ser reconocidos, se detienen, el de atrás se desmonta, empuña su arma de fuego y se acerca sigiloso a un guardián privado que tiene entre sus piernas una escopeta, y cuando el delincuente intenta llevársela el velador trata de reaccionar, pero antes de hacerlo recibe un balazo en la cabeza. Muerto en el acto. El asesino toma la escopeta con naturalidad, sin espanto, sin arrepentimiento reflejado en su rostro, como si hubiera matado un pollo, y huye junto con su compañero. Espero que pronto sean apresados y sometidos a la justicia.

Las cámaras de vigilancia, en términos generales, ayudan a prevenir y resolver violaciones a la ley, como robos, infracciones de tránsito, riñas, homicidios y asesinatos. Gracias a este sistema, muchos han sido condenados a prisión, pues las pruebas contra ellos suelen ser demoledoras. Donde están colocadas la delincuencia disminuye, aunque siempre existe el riesgo de que la misma se traslade a zonas desprovistas de estos aparatos. Las cámaras de vigilancia representan un gran avance en materia de seguridad ciudadana, y su uso debe promoverse en todos los sectores y espacios del país.

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