Carlos Sánchez, viviendo del chiste, el cine y la televisión

Han pasado diez años desde que Carlos Sánchez se embarcara en la “descabellada” tarea de vivir de los cuentos.El ahora llamado “Padre del Stand Up Comedy” vive un momento de bonanzas. Sus múltiples incursiones en la televisión…

Han pasado diez años desde que Carlos Sánchez se embarcara en la “descabellada” tarea de vivir de los cuentos.

El ahora llamado “Padre del Stand Up Comedy” vive un momento de bonanzas. Sus múltiples incursiones en la televisión y en el cine han elevado su popularidad.

Pasada la resaca navideña y de regreso a la pantalla grande, se prepara para aprovechar otra fecha, de la que hay mucha tela por donde cortar para hacer reír. Si entre el amor y el odio sólo hay un paso, en este espectáculo veremos si entre la risa y el amor hay menos distancia.

De eso trata “Cuentos para enamorar”, un espectáculo en el que promete un repertorio completamente nuevo y en el que los asistentes podrán reírse de las desventuras amorosas propias y ajenas.

“El show es adecuado para cualquier tipo de pareja.  El humor es terapéutico. Si te está yendo bien en tu relación vas a disfrutar, pero si te va mal, la risa y escuchar las ocurrencias y traumas, entre otras parejas, te va a ayudar. Puede que termine convirtiéndome en una especie de psicólogo y en vez de cobrarte una consulta cobro una taquilla, que termina siendo más económico”, comenta el humorista.

El show, pautado para el próximo 12 de febrero en Hard Rock Café, ya tiene todas las boletas agotadas, por lo que se ha abierto una segunda función para el próximo miércoles 19 de febrero.

“Yo creo que sí soy romántico”, es su respuesta ante la pregunta de si es capaz de tomarse el amor en serio. “Mi esposa me dice que no, pero este show no se centra solo en el romance. Las parejas es uno de los temas que más chistes se le pueden sacar, después de los borrachos.  Es una época perfecta para hacer humor”.

De su proceso para la creación del espectáculo, cuenta que se le da muy fácil. “Siempre voy escribiendo chistes de lo que se me va ocurriendo. Un día me llega una idea con mi hija y empiezo a trabajar ese chiste. Luego de que pasan los años es que me doy cuenta de que de un tema ya he escrito muchas cosas. Eso fue lo que me pasó con el espectáculo de las madres. Fueron siete años escribiendo chistes sobre las madres y lo hacía en diferentes shows.

Cuando veo que tengo suficiente material para un espectáculo es que decido hacer uno exclusivo de un tema. Por ejemplo, he hecho muchos chistes de mi esposa, pero en distintos espectáculos. Para este espectáculo voy a estrenar material nuevo”, dice. 

Su estilo peculiar es una marca registrada. Un t-shirt negro y un micrófono es todo lo que necesita en el escenario. No usa pantallas ni apuntes para recordar cada chiste.  Alguna vez se han preguntado ¿cuál es la estrategia para memorizarlos? Para él es muy simple. 

“Es un proceso duro de botella. Yo hago una lista y trato de aprendérmelos en diferentes órdenes. Siempre hago un ensayo frente a un público.

Un género que se hace más popular en el país

El humorista vive un excelente año tras su nominación a los Premios Soberano y su reciente participación en la película Vamos de robo. Sobre la proliferación de nuevos intérpretes del Stand up Comedy en el país dice sentirse alegre.

“Fui el primero que se dedicó solo a esto como especialidad. Pero ya la generación de Cuquín, Boruga y Freddy tenían dentro de sus shows monólogos y rutinas del estilo Stand Up Comedy. Estaba esperando que pasara esa explosión, pero creo que el año pasado se excedieron”.

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