Los procesos que se desarrollan en los partidos configuran un fenómeno que en algún momento será objeto de estudio por especialistas con libertad de pensamiento y profundidad de miras para desentrañar los factores generadores de la nueva realidad.Hablamos de las alianzas, coaliciones, arreglos y amarres para tratar de obtener aunque sea trocitos del pastel compuesto por más de 4,300 puestos electivos.
La inscripción de las alianzas de los partidos y movimientos retrata la nueva realidad. Viejos adversarios juntos, alianzas nacionales con variaciones provinciales y municipales inusitadas. Coaliciones a todos los niveles que no obedecen a ninguna coincidencia táctica o estratégica. Se trata de acuerdos de conveniencias en la búsqueda de posiciones de poder.
“Principios ideológicos o políticos” constituyen hoy malas palabras. Las concepciones filosóficas están en el zafacón. Las caretas ya no son necesarias. Nadie oculta su verdadero rostro bajo el ropaje de ninguna ideología.
Persisten las denuncias sobre los problemas que castigan a los grupos carenciados, pero se trata simplemente de las herramientas propias de las fórmulas discursivas para alcanzar el poder.
Podrían encontrarse diferencias en un discurso moralista afirmado en la bandera de la transparencia, pero la práctica sugiere una homologación de conductas nada prometedora.
Se trata de un carnaval por la sobrevivencia, de protagonismos y competencias descarnadas, ambiciones de todo género por llegar a ser, signo de unos tiempos en que el fin de las ideologías no permite que los actores se asienten en determinados valores.
La descalificación será pues un arma poderosa.
Desde el punto de vista administrativo, el desmadre de la política plantea una tarea que pudiera resultar compleja para quienes habrán de organizar esta carrera hacia los diferentes puestos públicos.
Las boletas municipales y congresuales representadas por variopintas fórmulas antes inimaginables; las variables que entrañan los acuerdos secundarios partidos-partidos y movimientos accidentales llevan a un insondable mundo de posibilidades…
Y todo eso expresado en boletas con todas esas especificidades; el cómputo de los votos mesa por mesa, bajo el estado de tensión entre fieras defendiendo sus intereses.
Con la magia de la electrónica, y la mano de Dios, saldremos a camino.
El día después será muy duro para los perdedores.
