Carretera y telefónicas

Recorrer la nueva carretera que une a San Juan con Barahona es un espectáculo. Más ahora que todavía los bosques que le circundan, guardan la frescura de las lluvias de la temporada ciclónica que culminó el 30 de noviembre. En su recorrido, desde la “Bajada Grande” en Guanarate, en Tamayo, hasta descender en la “Zona del Puerto” en El Capá, de San Juan, la belleza en las montañas se impone. A partir de Cabeza de Toro, en horas de la mañana la neblina comienza adueñarse de la autopista, dándole un toque fantasioso a la travesía. Este fenómeno de la naturaleza se extiende hasta la zona de La Culata, en San Juan,  donde es visible las precauciones que toman los caminantes para no quedar resfriados. Bufandas, abrigos y gorros se observan en toda esta travesía, que llena de satisfacción a quienes por esos lugares transitan. Con esta carretera se han estrechado los lazos culturales, comerciales y turísticos de estas dos regiones que otrora veían tronchada su cercanía por la dificultad de dar la vuelta por Azua para poder integrarse. Ahora, las cosas son distintas y se nota decenas de autobuses y otros vehículos transportando personas  que viajan de San Juan hacia Barahona en busca de playas y lugares turísticos y de Barahona hacia San Juan, para conocer sus bellezas, explorar sus creencias religiosas y conocer su dinámico comercio que se extiende hasta la Zona Fronteriza por los lados de Elías Piña. Esto es una gran novedad. A pesar de todo este panorama la nueva carretera tiene una dificultad que debe ser atendida. A partir de la comunidad de Cardón, en la provincia de San Juan y hasta la Bajada Grande en Guanarate, de Tamayo, no hay señal telefónica estable. Y aunque hay dos o tres puntos en los que haciendo malabares se consigue algún tipo de comunicación no es suficiente para la importancia de esta obra y de la zona que ella enlaza. El llamado va directo a las compañías telefónicas para que traten de llevar sus antenas de relevo a esta carretera. Sólo hay que imaginarse un accidente de tráfico o una obstrucción por caída de árboles o crecidas de ríos o arroyos y  el consiguiente peligro para los que por ella se desplazan. Es urgente que estas empresas se activen y lleven sus señales a la carretera San Juan-Barahona incluyendo las comunidades que enlaza, para que esos pueblos sigan progresando.