Cuando el presidente Leonel Fernández promulgó la nueva Constitución, el 26 de enero de 2010, vimos el acontecimiento como un logro trascendente por las novedades que ha introducido para garantizar el Estado social y de derecho que consagra. La nueva Constitución se fundamenta en el respeto a la dignidad humana y en la indisoluble unidad de la nación, patria común de todos los dominicanos y dominicanas. Hasta el último día de su vida, Juan Pablo Duarte enarboló la idea de que la República Dominicana tiene que ser un Estado liberal y democrático respetuoso de la Constitución y las leyes. La nueva Constitución recoge parte de la aspiración de los padres fundadores. En el 168 aniversario de la fecha en que fue votada la primera Constitución reconforta saber que los dominicanos y dominicanas vemos buenos aportes de las novedades constitucionales como es el Tribunal Constitucional, integrado por hombres y mujeres con las calidades profesionales y morales que estimulan a confiar en que sus decisiones siempre estarán determinadas por el mandato de la Constitución. Es una muestra convincente de avance institucional. Tiene el Tribunal Constitucional para garantizar la supremacía de la Constitución, la defensa del orden constitucional y la protección de los derechos fundamentales.
El artículo 184 establece que sus decisiones son definitivas e irrevocables y constituyen precedentes vinculantes para los poderes públicos y todos los órganos del Estado. El artículo 185 de la Carta Sustantiva, establece: “El Tribunal Constitucional es competente para conocer en única instancia las acciones directas de inconstitucionalidad contra las leyes, decretos, reglamentos, resoluciones y ordenanzas, a instancia del Presidente de la República, de una tercera parte de los miembros del Senado o de la Cámara de Diputados y de cualquier persona con interés legítimo y jurídicamente protegido”. También tiene el control preventivo de los tratados internacionales antes de su ratificación por el órgano legislativo, y los conflictos de competencia entre los poderes públicos, a instancia de uno de sus titulares. En el nuevo aniversario de la Constitución podemos decir que hay motivos para celebrar y decir que parte de su legado se expresa en la Carta Magna promulgada el 26 de enero de 2010.
