El vocero de la Policía dijo ayer que el jefe de la Policía ha impartido instrucciones para poner mayores controles en la distribución de combustibles.“La realidad es que la Policía no puede vivir en un desorden”, dijo ayer el coronel Jacobo Mateo Moquete, sobre la situación surgida con la distribución de combustibles en la institución responsable del orden público, donde la escasez de gasolina ha afectado a los vehículos asignados al patrullaje preventivo.
Empleados de varias estaciones de gasolina habilitadas para suplir a la Policía dijeron que esta situación lleva ya “varios días”. La situación es que estos puestos para abastecer de combustible a los vehículos policiales no habían sido abastecidos de gasolina. Y aunque la Policía no lo ha informado de manera oficial, en los pasillos del cuartel general de esta entidad se dice que la escasez se debe a una supuesta deuda millonaria con la empresa que suple el carburante.
Mateo Moquete asegura que no existe tal escasez, a pesar de que en las propias estaciones confirmaron el dato. Dijo que lo que intenta corregir el jefe de la Policía, mayor general Manuel Castro Castillo, es el “desorden” que ha primado desde hace muchos años en el despacho de combustibles, que también beneficia significativamente a gente fuera de la institución.
