El fin de los llamados acuerdos de Madrid y la correspondiente supresión de la cláusula que ahora manda indexar el precio de la energía eléctrica a la cotización del fuel oil, le elimina al Gobierno un costo contingente que pudiera representar hasta US$100.0 millones.
Aunque el precio del petróleo en baja desde mediados del 2014 inmovilizó el ajuste que los combustibles provocaban en el costo de compra de energía de las distribuidoras de electricidad, el hecho de que contractualmente se estableció un tope de US$60.00 el barril para aplicar el mecanismo de indexación, implicaba una amenaza para las finanzas del sector.
Los contratos de los acuerdos de Madrid que quedan vigentes vencen entre julio y agosto próximo, y las autoridades de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) han dicho que los nuevos contratos para compra de electricidad a los generadores le permitirá al holding eléctrico estatal negociar mejores acuerdos, más justos para el país, debido a que podrá eliminar la sobre indexación por combustible.
Intereses
También las autoridades esperan revisar, con la licitación, la otra atadura financiera onerosa, que es la de los intereses por mora, que aunque ahora no se está aplicando porque la CDEEE no tiene atrasos en pago de factura a los generadores, representaba una posibilidad de incremento del costo de la deuda debido a que se le cargaban intereses en dólares de entre 12 y 32%.
La semana pasada, el vicepresidente ejecutivo de la CDEEE, Rubén Jiménez Bichara, dijo que será la primera vez que los acuerdos para la compra de energía a los generadores serán el fruto de una licitación, en la cual se trabaja desde el año pasado y se centrará en la defensa de los mejores intereses del país. Explicó que la sobre indexación se daba porque los precios de compra de la energía en los contratos que vencen entre julio y agosto estaba referenciada al petróleo, sin importar con qué combustible se producía.
La estrategia del Gobierno vía la CDEEE ha sido dirigida a cambiar la matriz de generación, para bajar la alta dependencia del petróleo, que llegó a representar más del 50%. Ahora, con la entrada de plantas a carbón y a gas natural, la composición está más equilibrada. Esa menor dependencia del petróleo y su baja de precio en los últimos dos años, ha contribuido a bajar el costo de compra de electricidad y con ello el déficit financiero del sector. No obstante, el petróleo ha estado repuntando en el mercado internacional, donde no hay una definición clara de hasta dónde llegará la cotización. Ya está bordeando los US$50 el barril. La sobre indexación opera a partir del crudo a US$60.00 el barril. En el 2011 el costo por sobreindexación fue de unos 100 millones de dólares, pagados por las Edes.
Cuando la cotización del petróleo superaba los US$100.0 el barril, la energía era vendida por los generadores en referencia a ese nivel de precio, aunque fuera producida con gas natural, carbón y/ o con viento. Por ese esquema la CDEEE y las Edes establecieron un tope de suministro de energía de un 85% de la demanda, porque para poder cumplir los requerimientos completos, debían incorporar al sistema a generadoras viejas movidas por fuel oil, el combustible más caro. Y ahí entraba la sobre indexación por combustible y su distorsión de precios. Si una de las unidades generaba a 40 centavos de dólar el kilovatio y estaba en línea, ese precio era la referencia para todo el sistema, aun los que estuvieran generando a US$0.12.
Pagarle con la planta apagada era más barato
Para evitar el contagio de costo de las generadoras ineficientes y las eficientes, las autoridades preferían, cuando la disponibilidad lo permitía, mantener apagadas algunas generadoras y pagarles por su capacidad instalada, en lugar de encenderlas y que arrastraran a todo el mercado. El caso de Cogentrix es la referencia de esa situación. Ahora esa unidad, que es eficiente porque es de tecnología relativamente nueva, es eficiente a los precios actuales del petróleo. No obstante esa planta será reconvertida para que genere a gas natural, para lo cual se le dio un nuevo contrato. Otras termoeléctricas que generan a base de petróleo están fuera del sistema. A la San Felipe de Puerto Plata se le venció el contrato. El 31 de mayo pasado la Superintendencia de Electricidad (SIE) autorizó la desconexión definitiva del sistema eléctrico interconectado de cuatro viejas unidades instaladas entre 1966 y 1982, que en total tenían una capacidad nominal de unos 167 megavatios, generados a base de fuel oil, con lo cual anuló del sistema unidades ineficientes y de alto costo de producción. Esa medida consolida la política estatal de cambiar la matriz de generación para bajar su costo. Los nuevos contratos serán negociados a largo plazo y los de las unidades viejas a corto plazo.
