Felizmente, los gobiernos de República Dominicana y Haití se pusieron de acuerdo para reanudar el diálogo bilateral y trabajar para bajar las tensiones, para crear un ambiente cordial en el cual los dos pueblos desarrollen unas relaciones armoniosas, provechosas para los dos lados de la isla.
Los cancilleres Andrés Navarro, de República Dominicana, y Duly Brutus, de Haití, como tenían previsto, aprovecharon la XX Reunión Ordinaria del Consejo de Ministros de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), en Antigua, Guatemala, y conversaron sobre el estado de las relaciones entre los dos países, y especialmente, a partir del ataque a las misiones diplomáticas dominicanas.
Esas acciones obligaron al gobierno dominicano a cerrar los consulados, hasta que el gobierno haitiano garantizara la seguridad de las sedes.
De acuerdo con información suministrada por el canciller Navarro, el canciller Brutus le informó que el presidente Michel Martelly garantizará la integridad física del personal y la seguridad de los locales donde funcionan las legaciones dominicanas, con un reforzamiento policial y de los soldados de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah).
Los cancilleres acordaron celebrar encuentros bilaterales para revisar temas como seguridad, gestión fronteriza, migración, comercial e inversión. En efecto, el próximo viernes planean encontrarse en Jimaní, con la presencia del jefe de la Minustah, Sandra Honoré.
En esa tesitura, el gobierno ha decidido abrir en los próximos días los consulados.
Ha estado muy claro que el gobierno nacional y los dominicanos en general, desean una relación armoniosa con el pueblo haitiano, en el marco del respeto y la consideración recíproca. Ambos pueblos tienen intereses y vínculos que deben ser preservados. El camino obligado es el diálogo. La reunión de Antigua acaba de confirmarlo.
Los dominicanos, contrario a la campaña negativa, muestran cada día su solidaridad con los haitianos. Las calles, caminos y carreteras y los centros laborales en que se desenvuelven así lo confirman.
La esperanza es que los vínculos se caractericen por la armonía y la paz, sin los malos extremos.
Celebremos que baje la tensión.