Eso permitió que el podio panamericano del tenis de mesa femenino, todas son de origen chino. El masculino fue repartido con Liu Song ganando el oro, por Argentina, Marcos Madrid, la plata por México, Lin Ju el bronce por República Dominicana y Alberto Miño, el bronce por Ecuador.
El incremento de los jugadores chinos se registra desde 1995, cuando Liu Song jugó por Argentina en los Juegos Panamericanos de Mar del Plata en ese año. Allí llegó a la semifinal, donde cayó vencido.
Pero desde los Panamericanos de Winnipeg 99 (Canadá) todos los que han ganado el oro en masculino y femenino, han sido chinos no nacidos en el país que representan.
El presidente de la Federación Dominicana de Tenis de Mesa, Juan Vila, manifestó que el proceso de integrar chinos a distintos países de América, ha sido satisfactorio.
Sin embargo, actualmente se ha reglamentado el curso y en consecuencia detenida la búsqueda de jugadores chinos. Ahora la regla exige que el jugador extranjero, para representar a otro país, debe tener al menos ocho años de nacionalización.
“Ha sido una muy buena decisión de América nacionalizar jugadores de países de más nivel del nuestro como chinos, coreanos, nigerianos y otros países”, dio el presidente de la Federación Dominicana de Tenis de Mesa, Juan Vila.
El jugador Emil Santos, también le dio su punto de vista positivo. ““Eso ha sido un efecto positivo en Latinoamérica porque nos obliga a nosotros a esforzarnos más”, manifestó Santos, de 21 años.
Vila agregó que la integración contribuye efectivamente al desarrollo técnico de los países. Un ejemplo es el de República Dominicana.
“En estos momentos la República Dominicana además de ganar los Juegos Panamericanos, estamos dominando las categorías de 10 a 13 años en toda Latinoamérica y lo más importante es la disciplina de los jugadores nos transmiten. Tienen un conducta intachable, afuera y dentro del juego”.
