Román “Chocolatito” González volvió a dar cátedras de boxeo en la pelea que protagonizó con el mexicano Carlos Cuadras. Pasó lo que vaticiné: Una nueva victoria del invicto boxeador nicaragüense. Enseñó de nuevo su excelencia boxística.
No sólo se mantiene como invicto (46-0 con 38 victorias por nocaut), sino que atrapó su cuarta corona mundial.
Ahora exhibe una singular historia en su maravillosa carrera profesional. Ha conquistado cuatro coronas mundiales en diferentes divisiones (paja, minimosca, mosca y supermosca). Escribí que iba a tener de frente a su rival más peligroso. ¡Y así ocurrió!
Carlos Cuadras, quien además de que arriesgaba su cinturón supermosca, presentaba una foja también de invicto (36-0, con 27 triunfos por nocaut), había declarado que iba a frenar a Chocolatito. El aguerrido peleador azteca casi cumple su promesa. Dio una demostración de calidad y demostró buenas condiciones físicas y pundonor.
Pero se encontró -y me imagino que Cuadras lo sabía- con un boxeador de excepcional capacidad y que también estaba consciente de que enfrentaría a su más peligroso rival. Chocolatito González reconoció que tuvo su más difícil pelea.
El mejor del mundo
Con su contundente victoria Chocolatito González ratificó que es el mejor boxeador del mundo libra por libra. Mejor que Gennady Golovkin y que Saúl -Canelo- Álvarez, quienes deben estar en una selecta lista de tres. Esto es, de un “top3”.
Sus apoderados sabían que al aceptar el reto de Cuadras, tenía que demostrar lo que había enseñado en sus anteriores 45 combates. Porque ir al terreno del campeón mexicano que es un natural peso supermosca, con más alcance que Chocolatito, podía ser un “riesgo”.
Escribí que iba a ser una dura batalla, dándose así el beneficio de calidad a Cuadras, pero que el nicaragüense iba a salir airoso.
En la actualidad es el único boxeador que puede pelear desde todos los ángulos del cuadrilátero. ¡Y hacerlo bien!
Estamos ante un gigante del boxeo. Esperen sus próximos éxitos y tal vez pronto la conquista de su quinta corona.
