En estos días recientes se están haciendo serios y responsables cuestionamientos a la Cámara de Cuentas, donde se dice que existe un equipo de auditores denominado El Escuadrón de la Muerte, a cuyos integrantes dizque se les teme como el diablo a la cruz “porque encuentran donde no hay”, y hasta se asegura que opera como una especie de guardia pretoriana a la que se azuza “para reducir a la obediencia” a funcionarios que no ceden a presiones y/o a tráfico de influencias para favorecer a determinados intereses. Y no es un invento del autor de esta columna. Como ejemplo, lean esto, difundido por varios medios electrónicos: “La Cámara de Cuentas es un órgano burócrata e inservible, según el presidente del Instituto Nacional de Contadores Públicos, Pedro Matos, quien afirma que el órgano auditor del Estado no sustenta bien  los expedientes y se caen en los tribunales por falta de pruebas. Matos abordó el tema, tras rubricar un acuerdo de cooperación interinstitucional con el Colegio Dominicano de Notarios, que contempla capacitar a sus miembros”. No hay más comentarios…

Buen evento

El Partido Reformista Social Cristiano está trabajando “por el librito” en la búsqueda de su modernización y fortalecimiento interno, a juzgar por el éxito de los esfuerzos de su alta dirigencia por crear conciencia entre los suyos de lo conveniente y beneficioso que les resultaría enrumbarse por caminos de fortaleza y disciplina internas, además de poner en práctica normativas que den indicios serios de que la agrupación actúa en el marco de lo que realmente es un partido moderno, que utiliza herramientas científicas para su cotidianidad y que ejercita la democracia para la toma de decisiones. Todo esto, según me cuentan, quedó en evidencia en el precongreso celebrado en San Francisco de Macorís hace unos días, de cuyos resultados la alta dirección del PRSC está que se ríe con las muelas de atrás, tanto por el contenido cualitativo del evento como por su acogida entre los participantes. Felicidades a los organizadores…

En cada cambio de gobierno y/o de funcionarios, hay muchas cosas que se ven que parecen no estar escritas. Es como si tuviesen que repetirse los episodios. Por ejemplo: El ministro de Obras Públicas empezó a recibir de quienes llegaron con él requerimientos de vehículos para el trabajo cotidiano, porque el parque vehicular del ministerio no podía satisfacer esas demandas, disponiendo que se detectaran todos los vehículos de la entidad en manos de “particulares”, encontrándose con la situación de que muchos se negaban a retornarlos a Obras Públicas aunque no prestan servicios para esa dependencia. Entonces, Gonzalo Castillo ordenó un operativo para recuperarlos, que en el primer fin de semana de su ejecución reportó la recuperación de ¡250! vehículos, entre livianos, todo-terreno y hasta pesados. ¡Buuueeenooo…!
Se lo llevaron
El subdirector se considera(ba) hombre cercano al Presidente pero empezó mal, desafiando la autoridad del director, llegando hasta a proclamar que “el que venía como director era yo, pero Danilo prefirió darle un chance a él ahora, aunque es un desconocido, tal vez hasta el 27 de febrero”. La arrogancia y el desafío permanente del sub pronto derivaron en crisis con el director, que se vio compelido a pedir su relevo. Resultado: Uno de los decretos de la semana pasada se llevó de paro al subdirector y ahora hay otro operativo. ¡¿Qué cosa? ¡Eeeh…?
Sara Savarín
Hasta el descanso eterno llevamos el viernes a Sara Savarín varios de los que siempre la recordaremos: Cándida Figuereo, José Miguel Carrión, Marino Arias Betancourt, Roberto Lebrón, Soila Paniagua, Manolo y Margarita Quiroz, Evaristo Rubens, Pedro Guzmán Badía y el autor de esta columna, la acompañamos hasta la tumba. Otros fueron a la funeraria y no acudieron al cementerio, y los entendemos, tal vez porque no querían ver su partida.