El Cibao preocupado por prolongada sequía

Aunque todavía no se sienten golpeadas por la escasez de agua, las provincias Duarte, Sánchez Ramírez, La Vega y Monseñor Nouel se preparan ante la probable prolongación de la sequía que afecta a casi todo el territorio nacional.Tanto…

Aunque todavía no se sienten golpeadas por la escasez de agua, las provincias Duarte, Sánchez Ramírez, La Vega y Monseñor Nouel se preparan ante la probable prolongación de la sequía que afecta a casi todo el territorio nacional.

Tanto los agricultores como los habitantes de las zonas urbanas y suburbanas señalan que de prolongarse la sequía se verían afectados grandemente, pues miles de tareas de cultivos pueden perderse y la escasez de agua causaría estragos en las ciudades.

Ríos como el Yuna y el Camú han bajado sus caudales de forma considerable en los últimos tres meses, al tiempo que los niveles de las presas de Rincón y Hatillo han comenzado a descender.

En el caso de las provincias Duarte y Sánchez Ramírez, unas 231,000 tareas sembradas de arroz, vegetales, frutas, ajíes, plátano y yuca, están siendo regadas de manera normal, aunque la Junta de Regantes de la Presa de Hatillo, que abarca ambas provincias, señala que de no llover en el próximo mes la sequía los afectaría de forma considerable.

Juan Modesto Jáquez, gerente de la junta que agrupa a 2,943 usuarios, afirma que actualmente están manejando las aguas de la presa muy comedidamente, de forma tal que no se presente una situación de escasez de forma prematura.

Tampoco en la ciudad de San Francisco de Macorís se siente escasez de agua. La presa de Rincón actualmente tiene una cota de 117 metros cúbicos de una máxima de 122, y abastece el acueducto de Mata Larga, que proporciona agua a la ciudad, al igual que los canales de Cenoví y Los Aguayos. Sin embargo, en setores como Pineda, Las Colinas y Las Pajas la situación es precaria.

Cotuí con poca agua
La ciudad de Cotuí presenta seria escasez de agua, a pesar de tener la Presa de Hatillo, considerada la más grande de la región del Caribe.

Bernarda Ferreiras, gerente provincial del INAPA, señala que Cotuí tiene una población de 76,000 habitantes repartidos en 45,444 viviendas en 57 barrios, de las que solamente 10,045 tiene contratos de agua, por lo que las demás no tienen medidores por tener conexiones ilegales.

Entre los barrios con más precariedades, se encuentran Libertad, La Altagraia, Las Flores, San Martín, La Esperanza y Los Multis, los cuales pueden pasarse hasta una semana sin recibir el líquido.

La Vega y Monseñor Nouel
En las provincias de La Vega y Monseñor Noel la sequía ha comenzado a preocupar a las autoridades y a la población en general.

En La Vega, de los 22 millones de agua por día que se sirven de los 14 acueductos, actualmente hay un déficit de más de 6 millones y a la población está llegando menos de 16 millones, ya que el río Camú ha bajado su caudal de forma considerable.

La situación se ha agravado en los últimos 20 días, pues la ciudad necesita al menos 1 metro cúbico por segundo de agua del río Camú y solamente está recibiendo 0.90 metros cúbicos.

Pero en el municipio de Constanza la situación es mucho más precaria, ya que la población apenas está recibiendo un 30% del agua que recibía y en las montañas la sequía está contribuyendo con la expansión de fuegos forestales.

Mientras, las Juntas de Regantes Río Camú y Presa de Rincón señalan que sus principales rubros, como son  papa, frutales, café, flores, habichuela, vegetales, cacao y arroz se verían afectados de prolongarse la sequía.

Pero donde más se siente la escasez de agua es en la provincia Monseñor Nouel, provincia rodeada de ríos, como el Yuna, Masipedro, Sonadorcito, Zumbador, Jayacao, Fula, Yuboa, Juma, Jima, Blanco, Juan Adrián, Tireo y Maimón.

No obstante, la Junta de Regantes Río Yuna, que agrupa 674 usuarios y riega 36,500 tareas sembradas básicamente de arroz, asegura que no tiene problemas con el suministro de agua, ya que adoptan previsiones para los tiempos de sequía.

El ingeniero Francisco Santiago, gerente de la Junta, observa que la provincia tiene muchas fuentes acuíferas que alimentan los canales de riego, y cuando hay sequía intervienen la obra de toma con retroexcavadoras y encauzan los ríos.

Pero es en la parte urbana donde más se siente la escasez de agua. En sectores de la ciudad de Bonao y municipios como Piedra Blanca y Maimón la gente afirma que se pasan hasta tres semanas sin recibir el líquido. l

Paradoja
“Es una pena que teniendo en su territorio la Presa de Hatillo, la más grande del Caribe, Sánchez Ramírez sufra escasez de agua”

Acueducto de Jarabacoa tiene 50 años en servicio

De los municipios del Cibao, el de Jarabacoa es el caso más grave con respecto al suministro de agua. El municipio, que es promovido como destino turístico debido a lo agradable de su clima, tiene entre sus ríos al Yaque del Norte y el Jimenoa, pero sufren escasez de agua.

Y es que Jarabacoa cuenta con un acueducto de más de 50 años en servicio, el cual se hizo para una población de poco más de 2,000 habitantes y hoy día alcanza los 52,000. En la zona urbana del municipio, sectores como Cerro Alto, La Rueda, Elías Santana, Rescate 94, María Auxiliadora, Medina I y II, Urb.

Hidaka, Ercilia Pepín, Villa Aura, Tavito, San Pablo, Urb. Jerez, Ercilla Pepín, La Colonia Agrícola, Barrio de Balaguer, Barrio Negro, Barrio Blanco y Brisas del Mogote sufren cada día la falta de agua.

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