Juana Méndez, Haití. – Una tragedia sacudió la tarde de este martes la localidad fronteriza de Juana Méndez, al norte de Haití, cuando el techo de una construcción colapsó mientras obreros realizaban trabajos de vaciado de concreto, dejando como saldo varias personas fallecidas y otras gravemente heridas.
El incidente tuvo lugar en el sector conocido como Limina, cerca del cruce fronterizo con la ciudad dominicana de Dajabón, donde testigos relataron escenas de desesperación mientras decenas de personas quedaban atrapadas bajo los escombros.
De inmediato, equipos de rescate, autoridades locales y comunitarios se movilizaron para socorrer a las víctimas.
De acuerdo con fuentes haitianas, el colapso se produjo debido a graves fallas estructurales atribuibles a la mala calidad de la obra.
“El techo de concreto cedió por completo, atrapando a quienes se encontraban en el lugar. La estructura no tenía soporte adecuado para resistir el peso del vaciado”, indicó un funcionario de Protección Civil que participó en las labores de rescate.
Durante varias horas, brigadas de rescate, con ayuda de herramientas manuales y maquinaria pesada, extrajeron a los sobrevivientes entre los restos de cemento y varillas retorcidas.
Hasta el cierre de esta nota, las autoridades haitianas no habían ofrecido un número definitivo de víctimas, aunque se confirmó que al menos cinco personas perdieron la vida y más de una decena resultaron heridas, varias de ellas en estado crítico.
Los heridos fueron trasladados a centros médicos en Juana Méndez y otros fueron referidos a hospitales en Cabo Haitiano.
La falta de recursos, ambulancias y equipos de emergencia dificultó las labores de atención inmediata, evidenciando nuevamente las precariedades del sistema de salud haitiano.
Este hecho se suma a una serie de accidentes similares ocurridos en Haití en los últimos años, reflejando una crisis profunda en materia de construcción e infraestructura.
La ausencia de regulación, la informalidad en los procesos constructivos, la falta de supervisión técnica y el uso de materiales de baja calidad han convertido muchas edificaciones en verdaderas trampas mortales.
El caso de Juana Méndez ocurre además en una zona de intensa actividad comercial y humana, lo que incrementa el riesgo de nuevos accidentes si no se toman medidas urgentes.