Código y la realidad

Ya el Código Procesal Penal fue modificado, lo que para algunos permitirá pasar a una etapa de mayor seguridad. Pero no será así, porque si bien el Congreso acogió un sentimiento generalizado sobre la necesidad de la reforma, la situación que…

Ya el Código Procesal Penal fue modificado, lo que para algunos permitirá pasar a una etapa de mayor seguridad. Pero no será así, porque si bien el Congreso acogió un sentimiento generalizado sobre la necesidad de la reforma, la situación que sufre la sociedad por la inseguridad no está determinada únicamente por la naturaleza o el alcance de sus leyes.

Porque lo que se ha dicho es que con el viejo Código Procesal Penal era menos que un juego delinquir y recuperar la libertad. Pero eso que se afirma con tanta certeza tiene sus bemoles. La Dirección Central de Investigaciones Criminales de la Policía acaba de revelar que en los últimos ocho meses lograron encerrar más de 6 mil personas en conflicto con la ley, de un total de 27 mil 496 sometidos.
Al mismo tiempo, las cárceles están llenas y las autoridades no encuentran dónde encerrar más violadores de las leyes. Y probablemente, el volumen de sometimientos no se detendrá. Con el código reformado, las cárceles continuarán sobrepobladas.

Lo que nos dice eso es que la sociedad tiene muchos problemas y que quizás no se resuelven con detener, someter y encerrar. A fin de cuentas, no habrá dónde tenerlos ni qué hacer con ellos cuando vuelvan a sus casas sin las adecuadas remediaciones.

Los agentes más activos en los delitos son predominantemente jóvenes menores de 35 años. Muchachos sin perspectivas. Los llaman nini. Ni estudian ni trabajan y terminan en los delitos. Y suelen reincidir. Es común en una audiencia de los juzgados de atención permanente escuchar casos de muchachos que ya han sido procesados hasta cuatro veces, por delitos menores, hasta que terminan con medidas de coerción.

Son aquellos que la sociedad debe rescatar. Están sometidos a las amenazas del crimen organizado. ¿Cómo evitar que la prisión sea su casa de acogida? Las autoridades, si bien tienen el deber de enfrentar estos problemas, deben convencerse de que la prevención debe incluir acciones que tiendan a rescatarlos de las garras de la delincuencia mediante la ocupación, sea en el trabajo o los estudios. Grave misión que va más allá del código.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas