BENGASI, Libia (AP).- Fuerzas leales al fallecido líder libio Moamar Gadafi atacaron el lunes Bani Walid, poblado que fuera plaza fuerte del régimen anterior, matando a siete combatientes del nuevo régimen, dijeron funcionarios y residentes.
Los feroces enfrentamientos en el poblado, ubicado aproximadamente 140 kilómetros (90 millas) al sureste de Trípoli, ocurrieron en momentos en que los nuevos líderes de Libia se esfuerzan por erradicar la persistente resistencia de fuerzas partidarias de Gadafi y por unificar un país profundamente fracturado después de ocho meses de guerra civil y más de 40 años de un régimen autoritario.
Mahmud al-Warfali, un vocero de la brigada revolucionaria del nuevo régimen en Bani Walid, dijo que más de 150 combatientes leales a Gadafi izaron su antigua bandera libia verde en la puerta norte del poblado y estuvieron peleando contra fuerzas revolucionarias en las calles con granadas propulsadas por cohetes y rifles de asalto AK-47.
«Estos son los remanentes de Gadafi que trataron de tomar la ciudad», señaló al-Warfali. «Han intentado antes hacer esto y tomar la oficina del gobierno interino, pero gracias a Dios hemos sido capaces de repelerlos», agregó.
El portavoz dijo que cuatro combatientes revolucionarios murieron y que no sabía cuántas personas resultaron heridas.
Horas después, tres combatientes fueron muertos el lunes por la noche por parte de las fuerzas leales a Gadafi in Bengasi, dijo el comandante de campo Abdel-Basit Haroun. La ciudad funcionó como el centro de operaciones de los líderes revolucionarios durante la guerra civil.
Los enfrentamientos son considerados suficientemente graves, por lo que se despacharon decenas de combatientes revolucionarios de Trípoli para que ayuden en Bani Walid, señaló el comandante de brigada Saddam Abdel-Zein.
Comandantes revolucionarios en Trípoli dijeron además que «células durmientes» leales a Gadafi dispararon el lunes por la noche en la capital en un intento de aprovechar el combate en Bani Walid. No se reportaron víctimas.
Estos ataques son las más recientes crisis de seguridad en el país, tres meses después de que Gadafi fuera capturado y muerto. Han surgido manifestaciones en pasadas semanas, con gente que exige que los líderes interinos cumplan las promesas de transparencia y compensación para los heridos en la guerra civil.
