Se sabe que no hay manera de erradicar el dengue en países como República Dominicana, que están en las zonas tropicales, y siendo así el mosquito que lo transmite siempre será un agente multiplicador. No hay como erradicarlo, pero sí formas de impedir que tengamos la situación de hoy. Es un mal que sólo podrá ser atenuado en la medida en que toda la sociedad actúe correctamente para disminuir los factores que estimulan la propagación del Aedes aegypti.
Y siendo así, hay que hablar de este problema todos los días. No estaría de más que las autoridades lancen una campaña que contribuya a una mejor comprensión. Está bien que insistan en decirles a los médicos que deben cumplir con el protocolo de manejo de los casos febriles que sugieran su presencia, pero quizás hace falta una campaña bien dinámica de concienciación ciudadana.
Porque es muy penoso ver tanta gente, pero particularmente niños, sufriendo el malestar que provoca. Y cada día son más los que llegan a los hospitales, con el inconveniente de que no hay cómo decirles inmediatamente que “tienen dengue” y empezar el proceso de sanación. Los médicos necesitan tiempo para determinar. Los pacientes tienen que acudir al centro más de una vez hasta que se determina la causa del cuadro febril. Con una visita no se puede diagnosticar y medicar. Las pruebas durante más de un día son necesarias. Siendo así, la colaboración ciudadana es clave. La gente tiene que entender que debe someterse a las indicaciones.
Los médicos también tienen que decírselo a las madres y a los padres. Tomarse el tiempo como multiplicadores en salud, mediante el suministro de la información adecuada.
Hay otros actores que deben hacer lo suyo. Los municipios deben trabajar más para disminuir los focos donde se anidan los mosquitos, eliminando oportunamente los desechos sólidos y líquidos acumulados.
Es sin embargo la gente la que más debe cuidarse. En sus casas, patios y zonas cercanas hay que cerrarles los “hospedajes” al Aedes aegypti. Aunque alguna gente esté más expuesta que otra, el dengue no discrimina.
Todos debemos evitar esa peligrosa enfermedad que puede provocar la muerte.
