Como en botica

En la campaña por los 150 nuevos puestos que están en juego para el Comité Central y otras 10 posiciones en el poderoso Comité Político del PLD hay de todo, como en botica. Desde el compañerito cuya consigna es “para boronear a las bases”,&#8230

En la campaña por los 150 nuevos puestos que están en juego para el Comité Central y otras 10 posiciones en el poderoso Comité Político del PLD hay de todo, como en botica. Desde el compañerito cuya consigna es “para boronear a las bases”, pasando por la denuncia de que un aspirante reunió amigos y canchanchanes en un intermedio para escoger delegados que le son incondicionales, el apoyo de los abuelos a una precandidata al CC “para que los envejecientes tengan una representación” en el organismo, el reporte de que el padrón de votantes en Washington, DC, fue mutilado, y la profusa e incesante publicidad de algunos candidatos por todos los medios posibles, incluyendo periódicos digitales, portales, blogs y hasta redes de emails, son solo algunas de las aristas de la cadena de casos y situaciones de cara a la selección de los escogidos que tendrá lugar el próximo domingo. Eso sí, hay que decirlo: A diferencia de los demás partidos del sistema electoral dominicano, se siente el orden, la disciplina y el sentimiento partidario. Ya veremos después del domingo…

Con to y frío

Con todo y el fríazo que se siente en Nueva York y sus alrededores, la designación y posesionamiento del nuevo cónsul dominicano allí no ha dejado de ser el centro de los pareceres, comentarios y opiniones de nuestros compatriotas en la urbe que filosofan de todo, hasta de la inmortalidad del cangrejo. Tantos como han aplaudido la llegada de Luis Lithgow al consulado son los que tienen sus temores sobre la gestión que se inicia, partiendo de un “análisis político” de la situación interna del PLD que el flamante nuevo funcionario consular hizo circular a través de las redes sociales apenas unos 3 días antes de su nombramiento, y que publicaron algunos diarios digitales de los más leídos en la ciudad de los rascacielos. Además, la excesiva y celosa seguridad en el acto de toma de posesión, cuando afuera se sentía un frío de unos 5 grados celcius (15 o 16 farhenheit) no envió una buena señal de arranque…

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