Uno de los grandes logros que el presidente Danilo Medina presume es haber sacado de la pobreza a más de 900,000 dominicanos. Una hazaña que, según el mandatario, no se ha repetido en un período gubernamental de cuatro años.
Exactamente son 950,192 personas las que dejaron de ser pobres en el pasado mandato presidencial. Eso es, más o menos, como si todos los habitantes del Distrito Nacional dejaran de ser pobres.
En términos prácticos, el pasado Gobierno de Medina devolvió la cifra de pobreza al año 2000, cuando el 32% de los habitantes vivía en pobreza. Ahora, 13 años después, es cuando República Dominicana supera (en términos de pobreza monetaria) la peor crisis económica de su historia ocurrida en 2003 y causada por el fraude de Baninter. En dos años (del 2002 al 2004) la tasa de la pobreza aumentó 33% a 50%, o lo que es lo mismo: la mitad del país se hizo pobre.
En el año 2012 que Medina llega a Palacio Nacional, el porcentaje de pobreza era de 42.2, equivalente a 4,249,150 personas. Y a septiembre del 2015, que es la cifra más reciente, se redujo a 3,298,958 dominicanos, el 31.5%. Esto implica que en estos tres años hubo una reducción de pobreza monetaria de 10.7%.
Ahora bien ¿cómo se miden estas cifras de pobreza? ¿Cuán garante es? El Estado usa una metodología oficial de medición de la pobreza monetaria (solo mide los ingresos) que trabaja un Comité Técnico Interinstitucional de Medición de la Pobreza del Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo (MEPyD).
Este Comité, precisamente, fue creado a raíz de las disparidades entre los porcentajes de pobreza de República Dominicana y de los organismos internacionales , como la CEPAL y el Banco Mundial. Hubo años con hasta seis cifras distintas de pobreza y solo MEPyD llegó a tener porcentajes distintos.
Esta metodología está sustentada en dos parámetros, según explica el miembro del Comité, Antonio Morillo: el ingreso per cápita del hogar y la Línea de Pobreza (LP) o Línea de Pobreza Extrema (LPE).
“Lo que hacemos acá en el Comité es contabilizar los ingresos de las familias (ingresos per cápita del hogar) y lo comparamos con la Línea de Pobreza actualizada. Así definimos quién está por encima o debajo, quién es pobre o no”, señala Morillo, que también es especialista sectorial de la Unidad Asesora de Análisis Económico y Social (UAES) del Ministerio de Economía.
Actualmente la LP es de RD$4,582.1 y la LPE está en RD$2,109.5. Antes de llegar al ejemplo aclaremos: El ingreso per cápita de un hogar se obtiene sumando el total de ingresos fijos de esa familia (monetarios como salarios, pensiones, alquileres, remesas, e ingresos en especie, dígase, gasolina, compras, flota, etc.) y dividiendo esa cantidad entre todos sus miembros. Y la Línea de Pobreza es el costo mensual per cápita de una Canasta Básica de Alimentos (CBA), más otras necesidades -vestimenta, vivienda, salud y educación- necesarias para alcanzar un nivel mínimo aceptable de bienestar.
Bajo la LPE están los habitantes que no pueden si quiera obtener los alimentos para una nutrición adecuada. La última cifra sitúa a 706,844 dominicanos en esta condición (6.8%).
Imaginemos entonces que Juan y María tienen dos hijos pequeños. Los ingresos monetarios y en especie de esta familia de cuatro miembros están valorados en RD$20,000 mensual. Eso implica que el ingreso per cápita de ese hogar es de RD$5,000. Como la LP actual es de RD$4,582.1, quiere decir que aquí no hay un hogar pobre, desde el punto de vista de sus ingresos.
Pero esta familia vive en una casa de tierra, sin servicios de recogida de basura ni agua potable. Entonces Juan, María y sus dos hijos podrían padecer de pobreza multidimensional. Ésta -pobreza multidimensional- mide variables sociales y estructurales relacionadas con los materiales de construcción de la vivienda, su accesibilidad a agua, hacinamiento y la educación de sus miembros, entre otros aspectos.
El éxito de Danilo Medina en sus políticas públicas para lograr en septiembre del 2015 que 950,192 personas superaran la pobreza tiene en Morillo dos maneras de explicarse: el aumento de los ingresos de la población promedio y un mejoramiento de la distribución de ingresos. No necesariamente tiene que darse una disminución de desempleados (en estos últimos tres años la desocupación ha estado estática entre 14 y 15%) para que la pobreza disminuya, dice Morillo.
“Puede ser que la tasa de desempleo no cambie mucho, pero resulta que los que trabajan recibieron un aumento y por esa vía aumenta el ingreso medio de los hogares. En República Dominicana ocurrió una combinación de dos cosas, el aumento de ingreso y mejoramiento de distribución”, asegura.
Garantías de medición
Cuando a Morillo se le pregunta sobre las garantías de la sociedad para creer en los números del Gobierno, él responde que la metodología oficial de pobreza fue un consenso entre el MEPyD, la ONE, el Banco Central, CEPAL, PNUD y otras entidades. También dice que el Comité calcula sus estadísticas a la par y comparándolas con la ONE. “Por otro lado, como las encuestas pueden ser vulnerables tratamos de conseguir fuentes adicionales de verificación”, dice Morillo.
Para ejemplificar estas comparaciones cuenta lo que ocurrió en el periodo 2012-2015, cuando el Comité concluyó que un factor determinante en la caída de la pobreza fue el aumento de ingresos de los hogares. Para consolidar esas hipótesis acudieron a la Dirección General de Impuestos Internos y determinaron que el ingreso promedio de ocupados en la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo mejoró en el mismo tenor que los ingresos de trabajadores de la base de datos de Impuestos Internos.
“También tomamos en cuenta la pobreza subjetiva, que es en función a lo que la gente cree. A nivel internacional es medida por el Latinobarómetro y tenemos una encuesta interna que es la de Encuesta de Confianza de los Consumidores (Encuesta ICC-RD) que se realiza dos veces al año en el Ministerio”, agrega. La idea sigue siendo comparar los datos de una y otra institución, para garantizar que los números del Comité no estén viciados. l
Elementos clave para medir la pobreza
La Línea de Pobreza Monetaria (extrema y moderada) se calcula a partir del costo de una Canasta Básica de Alimentos (CBA) con requerimientos de kilocalorías mínimos. Fue a través de la última Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2007 (ENIGH-2007) que quedó determinada la cantidad de consumo diario mínimo, que equivale a 2,157 kilocalorías para un adulto.
La LP y LPE se actualizan dos veces al año tomando como referencia la ENIGH-2007 y el Índice de Precio al Consumidor del Banco Central. Los parámetros de ingresos de hogares se obtienen a través de microdatos de la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo (ENFT) del Banco Central que, entre otros asuntos, identifica los ingresos promedios de los ocupados.
