En lo inmediato, ¿qué va a pasar con Javier -El Abejón- Fortuna? La pregunta viene a cuento porque Fortuna deberá volver a Estados Unidos a contender en una pelea mundial.Tiene, por obligación, que ir en defensa (la número dos) del cinturón ligero junior que tiene el respaldo de la AMB. El 29 de mayo del pasado año, en combate montado en el Barclays Center del condado de Brooklyn, el púgil dominicano atrapó el cetro amebeísta de las 130 libras. En la ocasión dispuso del costarricense Bryan Vásquez.
Y para ratificar su solidez como monarca del mundo, el 29 de septiembre -en pelea realizada en el hotel Plans de Las Vegas, Nevada-, Fortuna hizo la primera defensa de su faja al noquear en el décimo asalto al boricua Carlos Iván Velásquez. Hace una semana el empresario César Mercedes, apoderado de Fortuna, me reveló que su pupilo se preparaba para realizar la segunda defensa de su título. No me dio fecha (oficial), pero, a través de una fuente confiable, me enteré que “todo estaba listo” para que el quisqueyano defendiera el cetro el cinco de marzo en un coliseo de San Luis”.
El Abejón continúa entrenando en un moderno gimnasio de la ciudad de Boston. Pese a que su pelea, para defender la corona se cayó, no para en el gimnasio. A instancia de su apoderado sigue entrenando.
Lo que viene
¿Qué viene ahora? Que El Abejón Fortuna va a una durísima pelea. Sin duda será su más serio compromiso cuando regrese al cuadrilátero. Porque el comité de campeonatos mundiales de la AMB, por resolución (¡de última hora!), informó que El Abejón Fortuna y el japonés Takashi Uchiyama deben ir a una pelea “unificadora” de títulos. Explicación: Unificación de títulos porque Takashi Uchiyama es el llamado “Supercampeón” ligero junior, mientras que El Abejón Fortuna ostenta el título de la misma división, pero con el bautismo de Regular. Esto significa que Takashi Uchiyama, quien también presenta foja de invicto (24-0), y el dominicano están obligados a pelear… enfrentarse para determinar quién pasará a ser el rey oficial mundial ligero junior.
Es lo que viene para el púgil de guardia zurda. Y será, sin dudas, su pelea más importante… ¡y difícil!
