El senador Wilton Guerrero (PLD-Peravia), se ha caracterizado por sus denuncias tremendistas que en ocasiones han irritado a estamentos de su propia organización. Como ese ha sido su accionar, sus declaraciones son vistas por los medios con alguna cautela.
Recién acaba de sorprendernos con su versión de que se planea asesinar a la destacada y mejor estimada periodista Nuria Piera y llega al extremo de señalar a un sector político que estaría urdiendo la supuesta trama.
La denuncia ocurre en medio de la campaña electoral y después que la comunicadora realizara un trabajo sobre corrupción que involucraría al senador Félix Bautista y a allegados al presidente Michel Martelly, de Haití. De pronto, la dramática declaración del senador y otros movimientos mediáticos hicieron que el tema de la corrupción quedara relegado y el lógico centro de atención girara en torno a la seguridad de Nuria.
No imaginamos que a un sector político se le ocurra semejante acción barbárica contra Nuria, que es un ícono de la Nación, por sus luchas, por su vida dedicada a las causas justas. Es un horror. Al margen de que la lógica sugiera que estaríamos ante el absurdo, en países como estos nada es imposible. Aunque preferimos imaginar que estamos frente a maniobras de los agentes políticos en sus frenéticos afanes por el poder.
Con sobradas razones, nuestra comunicadora, que es parte de Multimedios del Caribe, no ha ocultado que siente temor. No es para menos. En estas circunstancias, es necesario que Nuria sea protegida, que no sólo se garantice su seguridad, su integridad física, sino que el Estado actúe para que se sienta tranquila.
Los actores políticos deben dejarla en paz. Deploramos que se pretenda instrumentalizar su trabajo de servicio público, que no es sólo arrojo, valor, firmeza, sino también inteligencia y profesionalidad.
Te apoyamos, Nuria, en toda circunstancia.
