¿Qué pasó? El mal montaje reinó ante la presentación de Shakira; eso, pese a que la colombiana hizo un show lleno de energía con sus típicos movimientos de caderas y otros bailes como el merengue y flamenco. Aunque no conectó mucho con el público, quizás por su poca interacción.
Las pantallas estaban apagadas cuando, luego de una larga espera, la artista salió a escena a las 11:10 de la noche. Eso, en un concierto que empezó a las 6:00 de la tarde.
Antes, la apertura del concierto estuvo a cargo de Héctor Aníbal y La Cuadra. Luego le siguieron los demás artistas locales: la banda de rock Bocatabú, Vicente García, el aclamando Secreto -El Biberón- y el grupo Ilegales. Todos, con buena aceptación.
De penúltimo el cantante cubano americano Pitbull, con un repertorio repleto de canciones de otros artistas- para que no se quejen de Michell, el buenon- exageradamente extenso y con la pronunciación de algunas palabras obscenas, pese a que el concierto estaba lleno de niños y adolescentes. Su participación fue una de las más criticadas… creemos, a sarcasmo limpio, que para que el público aprovechara y arrasara con todas las bebidas y las pizzas.
Una vez fuera del escenario el cubano- gracias a la Virgen de las siete leches- y tras más de media hora de espera, Shakira salió al escenario vestida de rosado fucsia cantando su tema “Pienso en ti”, de su álbum Pies Descalzos, para luego combinar canciones nuevas con las viejas, y subir al escenario a cuatro chicas para mover la cadera en tarima.
Dentro se su participación, la que provocó más algarabía fue cuando cantó «Loca» junto a El Cata, compositor de la misma. Pero el público se quedó esperando “Rabiosa”.
Recurriendo a algo que está totalmente fuera de uso- o al menos debería- se despidió del público tras una participación algo corta, si se compara con la espera, sin cantar “Hips Don’t Lie” ni el esperado Waka Waka, apelando a que la gente pidiera ¡otra, otra!… pero los fanaticos, requetecansados y con los pies desbaratados, no le hicieron mucho “el coro”.
Tuvo que salir una chica, integrante de la banda de la colombiana, a hacerle señas al público de que gritara el acostumbrado y viejísimo “¡otra, otra!”. Pero, como se dice en Dominicana, “puso un huevo”. Shakira tuvo que salir sin obtener la adulación de los presentes. Para cuando vino a cantar el Waka Waka, ya parte del público se movía hacia la puerta de salida.
Una vez acabado el concierto; y ya con la posibilidad de usar la telefonía móvil, cosa que fue imposible durante el mismo, las quejas no se hicieron esperar. Sobre todo, mediante las redes sociales.
Cierto es que muchos dijeron que aunque el montaje fue malo, Shakira se la lució. No obstante, las palabras “malo, muy malo, ay mi ‘cuarto’, Shakira dobló (algo que para los que no estábamos cerca fue imposible de comprobar) y George Nader te ganó Saymond Díaz (en alusión a la problemática que hubo entre ambos por dos conciertos con fechas cercas y en el mismo lugar)”, reinaron. Fin.
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