Congregación hijas de San Pablo

IntroducciónCon motivo del primer centenario de la fundación de la Congregación de las Hijas de San Pablo, el 15 de junio de 1915, en la pequeña ciudad de Alba, pedí a las hermanas de hoy, unas notas sobre ellas para…

Introducción

Con motivo del primer centenario de la fundación de la Congregación de las Hijas de San Pablo, el 15 de junio de 1915, en la pequeña ciudad de Alba, pedí a las hermanas de hoy, unas notas sobre ellas para difundirlas en esta columna. Helas aquí. De antemano digamos que su fundador es el beato Santiago Alberione y cofundadora lo es la venerable Sor Tecla Merlo, quien fue su primera Superiora General.
Tecla Merlo, madre, maestra, mujer sabia y guía fiel.
Nació en Castagnito, provincia de
Cuneo, Italia.

Con corazón generoso desde el inicio, si bien en forma embrionaria, cuando en Castagnito (Cuneo), su pueblo natal, en 1912, abrió en su casa paterna un pequeño taller donde acogió a las jóvenes deseosas de aprender la costura y el bordado, para educarlas a la fe y a la oración. Tres años después, en 1915, el Señor le hizo sentir el llamado definitivo a través de la propuesta del Padre Santiago Alberione, quien en 1914 había reunido un grupo de muchachos con una misión aún en germen: el anuncio del Evangelio con la prensa y con todos los medios que proporcionan el progreso.

En el encuentro con Teresa (nombre de bautismo), el P. Alberione le comunica su deseo de dar vida a una congregación femenina, junto a la masculina, ya que también la mujer es compañera y partícipe de la solicitud pastoral del sacerdote.
En su humildad tuvo la conciencia del designio del Señor sobre su vida de ser llamada a abrir un camino nuevo para evangelizar al mundo a través de la buena prensa. Así en diciembre de 1918, el fundador la envió a Susa con este mandato: “Vayan…, trabajarán en el silencio, después el Señor hará algo de ustedes. Teresa confió y después comentará: “La casa era pobrísima e incómoda y con muchos sacrificios, pero se vivía felices, todas lanzadas hacia un ideal luminoso: hacerse santas y hacer mucho bien en el mundo con la buena prensa”. ¿Qué significan estas palabras, que revelan el alma de Tecla, sino seguir al Señor acogiendo también las pequeñas y grandes cruces de la vida cotidiana? En el fondo, el objetivo era claro: formar una comunidad que tuviera por compromiso la propia trasformación interior con una constante tensión a la santidad dentro de una misión clara en los medios de comunicación social.

Así Tecla y las primeras jóvenes hermanas se iniciaron a la vida espiritual a través de un itinerario de discernimiento y de superación de los propios defectos y de adquisición de las virtudes hasta la decisión explícita y gozosa de ofrecer la vida al Señor por el apostolado de la buena prensa. Así en 1922, al término de un curso de ejercicios espirituales, las primeras nueve hermanas emitieron los votos con el fin específico de evangelizar a través del apostolado de la prensa. En aquella ocasión fue nombrada Superiora General. ¿Por qué justamente ella? Las palabras del fundador nos ayudan a comprender mejor, a penetrar en el alma profunda de la Primera Maestra Tecla: “El que debe dirigir es necesario que sea obediente. Y este es un motivo por el cual en el pequeño grupo de hijas que estaban en los primerísimos años, lo que me ha hecho inclinar a elegir a ella como guía de la comunidad, ha sido su docilidad”.

Espiritualidad

“Me he hecho todo para todos”. Ser instrumentos de esta salvación que lleva a Jesucristo, y no a sí mismos, ha sido la clara perspectiva del beato Santiago Alberione y con él Maestra Tecla, que han entregado la vida, haciéndola fascinante y santa. La prensa, el cine, la radio, la televisión y todas las otras modernas tecnologías son los medios y los lenguajes de los cuales, como verdaderos anticipadores, se han servido para llevar al mundo el Reino de Dios.
Leyendo la biografía de la Primera Maestra uno queda impactado con la actitud interior con la cual invitaba a sus hermanas al apostolado. Ella sabía que quien toca los corazones y los convierte es sólo el Señor y por lo tanto es necesario acercarse a las personas ante todo con respeto y atención. En ella era lúcida la convicción de que el apostolado con los instrumentos de comunicación se sirve a los hermanos no con algo que es nuestro, sino que se nos ha confiado: la Palabra de Dios, hay que presentarla con dignidad, «como hace el sacerdote cuando da la hostia». Ella, junto al P. Alberione, exhortaba a las Hijas de San Pablo a no perder nunca de vista la consciencia de qué cosa se lleva a los otros, quiénes son los otros, quiénes somos nosotros. El icono evangélico en que se inspiraba frecuentemente era la visita de María a su prima Isabel, que ponía como base de la deontología apostólica – podríamos decir – del trabajo en el mundo de la comunicación.

Hijas del “Apóstol de los Gentiles”

El nombre de estas religiosas las relaciona íntimamente con San Pablo, quien ha sido reconocido como el más grande evangelizador de todos los tiempos. Nacido en Tarso de Cilicia (Hch 21, 39), el encuentro con Jesús resucitado, transformó su vida de una forma radical, que luego consideró todo una verdadera pérdida en comparación a Cristo (Flp 3, 7-12). Las Paulinas, a ejemplo de san Pablo, siguen a Cristo viviendo el doble amor que motivó el apóstol: a Dios y a los hermanos. Al igual que él, han sido impactadas por la fuerza de Jesús, descubierto y amado en la propia vida, capaces de incendiar al mundo con el testimonio y el anuncio de la buena noticia. Comunicadoras de la vitalidad de la resurrección, capaces de ofrecer a la humanidad la Palabra que salva y da sentido a la existencia.

Preparadas para la misión

La misión de las Paulinas: la evangelización con los medios, las formas y las expresiones de la comunicación exige de estas hermanas disponibilidad y preparación, lo que implica estudio y aprendizaje de los elementos que le permiten la realización de su misión. Por ello, las Hijas de San Pablo consideran el estudio como una condición esencial en sus vidas. Éste les ayuda a comprender cada vez mejor las necesidades del pueblo y permite un análisis más objetivo y honesto de las situaciones que vive el mundo, hoy. Igualmente, les capacita para evangelizar en un área tan exigente como lo es la comunicación. Cada hermana se prepara para colocar sus dones y talentos naturales al servicio de la comunicación de la Palabra, valorando y dando lo mejor de sí en la misión que el Señor le confió.

Misión sin fronteras

Las Hijas de San Pablo están en la vanguardia de la Evangelización en la Iglesia. Aparte de formar comunidades interculturales y apoyar con hermanas otras naciones, en el país se dedican, entre otras cosas a:
Promoción de cursos, seminarios y talleres sobre Biblia, educación familiar, juventud, servicios eclesiales, percepción crítica de los medios de comunicación, catequesis, de acuerdo con las necesidades de la Pastoral de la Iglesia.
Seguimiento y animación de grupos de la Iglesia.
Producción de libros, CD, videos, materiales audiovisuales e interactivos, así como con su presencia en el ciberespacio.
Presencia de la red de librerías Paulinas, donde las hermanas están a disposición de las personas que buscan una palabra de comprensión, de información y fe.
Coordinación de trabajos en los sectores de Pastoral de la Comunicación, Catequesis y Biblia.
Producción y dirección de programas de radio y televisión.
Promoción de hábito de lectura a través de las ferias de libros.

Palabras del Papa Francisco

Está viva aún en el corazón de todos nosotros la solemne conclusión del Centenario de la Fundación de la Sociedad San Pablo y del carisma paulino, en la Audiencia con el Papa Francisco, en el Aula Pablo VI. Él, confirmando la validez y la actualidad de la misión paulina, ha animado a cada paulina y paulino a «continuar en el camino » abierto por el b e a t o fundador don Santiago Alberione, «teniendo siempre la mirada dirigida hacia vastos horizontes». Hoy aquellas palabras, que han resonado en el Aula del X Capítulo general de la Sociedad San Pablo, nos ofrecen la bella ocasión de compartir de nuevo en Alba del Centenario de la fundación de su Congregación Hija de San Pablo.

Las Paulinas en la actualidad

Hoy están presentes con su labor apostólica en 50 países de los cinco continentes; en República Dominicana desde 1994, en Santiago de los Caballeros y en la capital, Santo Domingo. A través de los años las actividades han sido innumerables, en los que se fue fortaleciendo la presencia en sus Centros de Difusión, Librerías Paulinas; y también la dedicación total de una Hermana Paulina a la obra de la Catequesis en la Arquidiócesis de Santiago, en la persona de Sor Ivana Gastaldelli.

Actualmente hay que destacar su presencia en diferentes medios de comunicación por el apostolado que ejerce directamente la Hna. Alicia Galíndez.
En el contexto del primer centenario de su fundación, se celebró en Santiago el I Seminario de Comunicación, los días 26 y 27 de junio, y se celebrará el I Congreso Bíblico del Cibao, los días 16 y 18 de octubre 2015. Ambos encuentros cuentan con el apoyo y colaboración de la Palabra Multimedia.Multimedia.

Conclusión

CERTIFICO que los textos de mi trabajo “Congregación Hijas de San Pablo” (Paulinas) son citas textuales de escritos de las mismas Paulinas de Venezuela y República Dominicana, difundidos con motivo del Primer Centenario de su fundación.

DOY FE, en Santiago de los Caballeros, el 27 de septiembre 2015, día de la Biblia en la República Dominicana. 

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