Consideraciones sobre el tema migratorio

A los pobres de este  país simplemente  les será más difícil salir de la pobreza. En una estación desbordada de pobres y donde llegan cada día más pobres, al tren le tomará muchos más miles de  viajes llevarlos a un mejor lugar.

A los pobres de este  país simplemente  les será más difícil salir de la pobreza. En una estación desbordada de pobres y donde llegan cada día más pobres, al tren le tomará muchos más miles de  viajes llevarlos a un mejor lugar.

Emigración. Nuestra emigración tiene sus raíces en la pobreza y la falta de oportunidades, agravada por esta desbordada inmigración de pobres.

Anacronismo. En fin, el plantear un modelo de creación de riqueza en base a una mano de obra empobrecida en pleno siglo XXI es un anacronismo, que simplemente contribuirá a la pobreza y al atraso del pueblo dominicano.

Comercio. El argumento que debemos aceptar un desorden migratorio a cambio de poder comerciar  con Haití es inaceptable. Todo empresario sabe que el desorden no es aceptable en sus empresas. Y si esto es cierto, mucho menos puede ser aceptable en el país. Quienes  piensan lo contrario buscan un beneficio a corto plazo, sin importarles las consecuencias…

Racismo. Ahora algunas ONG locales  nos quieren acusar de tener esa misma tradición de discriminación y racismo. Esto es doblemente doloroso, pues semejantes denuncias nos hacen daño y nos dividen, pues somos un ejemplo de democracia racial, como apuntó Bosch. Un país donde la palabra “negrito” o “negrita” son de afecto y no un insulto como pasa en países más cultos.

Conservadores. Nuestros críticos nos califican de ser  conservadores… A lo que  respondemos: Si de lo que se trata es de conservar la independencia y las libertades que nos legaron nuestros padres de la Patria, entonces somos conservadores…

Una locura. Pues el dotar a cientos de miles de inmigrantes con la nacionalidad en el 2014 y en el 2015 hubiera tenido un efecto totalmente desestabilizador  en las elecciones del 2016. Y  esa sí es una locura.

Anarquía. Otros han  propuesto que no haya fronteras entre los  dos países que comparten esta pequeña isla. La unión de dos estados, uno que no funciona bien, como lo demuestra  la encrucijada en que nos encontramos, y otro que no funciona del todo, es una excelente fórmula para el desorden y la anarquía.  
Valientes. Quienes nos critican deberían entender que si los inmigrantes continúan ocupando nuestro territorio y llegasen a constituir un 20%, 30% o 40% de la población, esto podría terminar en un conflicto horrible. Estamos aquí reunidos para evitar ese horrible conflicto, con valentía….Mejor ser valientes ahora, que tener que ser valientes en una lucha…

Creer en Dios. Los dominicanos creemos en Dios. Pero cuidado con la soberbia de algunos hombres que confunden creer en  Dios, en creer que  ellos mismos son Dios. Pues con qué derecho se decide sacar a personas de las condiciones  infernales que existen en Haití, para condenar a los dominicanos pobres y que no tienen la menor responsabilidad de ese desastre,  a sufrir sus  dolorosas consecuencias.

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