Constructores de tumbas se agrupan en sindicatos

Más allá de ser la “última morada”, los cementerios del Gran Santo Domingo son el soporte económico de cientos de familias. Conscientes de la función que desempeñan, los constructores de tumbas se han organizado en la sombrilla de los sindicatos

Más allá de ser la “última morada”, los cementerios del Gran Santo Domingo son el soporte económico de cientos de familias. Conscientes de la función que desempeñan, los constructores de tumbas se han organizado en la sombrilla de los sindicatos.

Fundado desde el 1984, el Sindicato de Trabajadores de la Construcción del Cementerio Cristo Redentor ha ofrecido sus servicios en la edificación de tumbas, nichos y panteones en el camposanto ubicado en la avenida Monumental del Distrito Nacional.

En la actualidad, agrupa 145 miembros. Bladimir Polanco forma parte de esa organización. Siguiendo los pasos de su padre, uno de los fundadores del sindicato, no ha hecho otro trabajo que no sea el de edificar tumbas en el camposanto de cinco kilómetros cuadrados.

Cuenta que la mayoría de los constructores que laboran en el cementerio no forman parte del sindicato. Explica que la organización no se opone que albañiles no organizados trabajen en el cementerio, pero sí les exigen que cumplan con las normas establecidas.

Asegura que es muy difícil mantener un control en un cementerio de paredes destruidas que limita con barrios. “Cuando uno quiere actuar las autoridades dicen que esto es público”, expresa. Explica que algunas personas han sido estafadas por albañiles que no están reconocidos en el sindicato.

En tanto que la Asociación de Albañiles del Cementerio Cristo Salvador se instauró a pocos meses de construirse el camposanto en 1990. Cristian Mambrú, secretario general de la organización, habló acerca del trabajo que realizan.
Dicha asociación cuenta con 135 miembros. De acuerdo con sus integrantes, surge de la necesidad de mantener la regla de las construcciones en el cementerio y con el fin de luchar por el bienestar de los albañiles que han dedicado gran parte de su vida a esta labor.

Para ser miembro de la organización de constructores, el interesado deberá entregar a la directiva un papel de buena conducta, una carta de trabajo y tendrá que demostrar conocimiento en ese tipo de construcciones. El secretario de la entidad, apunta que la asociación ya es una familia que ha venido integrándose por hijos de albañiles que también han trabajado en el cementerio, ubicado en la carretera Mella, Santo Domingo Este.

Ante la pregunta de si las personas pueden contratar la mano de obra de otros constructores que no se encuentren dentro de la organización, respondió “Nunca le hemos puesto la vida difícil a alguien que no tiene como pagarnos a nosotros para que venga a construir tumbas”.

Aunque señaló que el Ayuntamiento es el que advierte que toda construcción dentro del camposanto debe ser rígida por las observaciones de la asociación de albañiles y por un inspector del gobierno local.

Sostuvo que pagando los impuestos correspondientes y empoderándose de un permiso del Ayuntamiento las personas tienen la potestad de construir utilizando los servicios que consideren convenientes.

Afirmó que la organización mantiene una relación de cooperación con la administración del camposanto, y que por la asesoría brindada no exige contribución económica.

Las tarifas de los precios en los trabajos que ofrecen están colocados en un letrero a la entrada del camposanto.

“Los servicios están anotados para que ningún albañil se salga de esos límites”, dice Mambrú. En caso de anomalías, la asociación cuenta con un consejo de disciplina.

Mientras en el Cementerio Municipal de Cristo Rey, cerca de 15 hombres se encargan de la construcción de lápidas, tumbas, nichos y panteones. Están organizado pero no de manera formal. Próximamente crearán un sindicato en la nueva administración del alcalde electo, David Collado. Actualmente se pueden contratar los servicios de albañiles, fuera del camposanto. Pero advierten que una vez se cree la organización habrá que cumplir una serie de requisitos.

Sindicato cobra 200 pesos para un fondo

El Sindicato Unido de Trabajadores de la Construcción Cementerio Nacional Máximo Gómez opera desde 1989. A diferencia de otros camposantos, la organización agrupa trabajadores del área de mantenimiento y limpieza de tumbas, ventas de flores y velones. Según el encargado de Relaciones Públicas, William Alcántara, el sindicato cuenta con alrededor de 90 miembros. Señala que aunque la organización tiene 27 años, hay integrantes que llevan 50 años trabajando en el cementerio.

En otro tema, hay quienes dicen que los trabajadores de la construcción mantienen un monopolio en los cementerios. Ante esto Alcántara afirma que las personas son libres de buscar los servicios de otros albañiles.

De lo que no son libres es de pagar una contribución de 200 pesos por cada nicho que se construya con mano de obra de personas que no estén adscritas al sindicato y de su supervisión.

Asegura que ese dinero pasa a un fondo para ser destinado a cubrir las necesidades médicas de los miembros que más lo necesiten. Incluso puede ser utilizado para cubrir el funeral de los integrantes de la organización si fuese necesario.

32 años
Labor. El Sindicato de Trabajadores de la Construcción del Cementerio Cristo Redentor tiene 32 años de fundado.

27 años
Labor. El Sindicato Unido de Trabajadores de la Construcción del Cementerio de la Máximo Gómez nace en 1989.

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