El Instituto Internacional de Prensa (IPI, por sus siglas en inglés) aplaudió la decisión de la Corte Suprema colombiana de no acusar a periodistas que la habían criticado.
En un comunicado publicado ayer, la corte reiteró su rechazo a las críticas hechas en las columnas de opinión, pero alegó que “en aras de contribuir al clima de ponderación y mesura”, desestimaría los cargos contra Cecilia Orozco Tascón y María Jimena Duzán.
La corte recordó a los periodistas sobre su “responsabilidad social”, y a su vez declaró que “no existe un derecho fundamental a la difamación”.
Tascón, del diario “el Espectador”, y Duzán, de la revista Semana, publicaron columnas diferentes en las dos últimas semanas en las cuales atacan la integridad de la corte luego de que Iván Velásquez, un respetado juez en la escena internacional, fuese retirado de la presidencia de una comisión judicial que investigaba los vínculos entre políticos y el crimen organizado.
El alto tribunal comentó que las insinuaciones de Orozco y Durán de que los jueces estuviesen protegiendo a criminales eran “tendenciosas” e “infundadas”.
Por esa razón, la corte contestó con una réplica duramente formulada el martes pasado, condenando lo que llamaron periodismo no ético impulsado por “la especulación y el delirio”.
La controversia
La controversia comenzó con la destitución de Velásquez el 15 de agosto, quien recibió el premio de Abogado del Año del Colegio Internacional de Abogados, en el 2011, por su trabajo con los derechos humanos y por su “justicia y coraje al trabajar por la transparencia parlamentaria y contra el crimen organizado”. Por la naturaleza de su trabajo, Velásquez se ganó muchos enemigos y describió varios complots para sacarlo de su puesto en una entrevista con el IBA.
Los periodistas tienen el derecho de criticar
El director adjunto de la entidad, Anthony Mills, comentó que “la Corte Suprema de Justicia tomó la decisión acertada al no presentar cargos de difamación en este caso, pero queremos aclarar que la amenaza de presentar cargos nunca debería ser una opción. Los periodistas en países democráticos tienen el derecho a criticar y cuestionar las acciones de su gobierno.
