El costo de los servicios

Una frase conocida dice que en economía no hay almuerzo gratis. En el lenguaje común el concepto predominante es que todo cuesta.

Una frase conocida dice que en economía no hay almuerzo gratis. En el lenguaje común el concepto predominante es que todo cuesta.Son situaciones o realidades entendibles hacia afuera. Pero en ocasiones son de difícil comprensión cuando corresponde a una aplicación interna, más en una sociedad donde todavía predomina la cultura de que los servicios públicos y los bienes que suministra el Estado deben ser gratis.

Producir bienes y servicios, aunque sea por parte del Estado, es una acción que tiene costo. Y los costos de los bienes y servicios hay que recuperarlos para al menos garantizar que puedan seguir siendo ofrecidos. De lo contrario, hay que subvencionarlos, aportando recursos de otras fuentes para subsidiar a quienes reciben los servicios gratis. Ahí inicia una cadena cuyo último eslabón es casi siempre un déficit y éste también termina en un deterioro del servicio que el Estado ofrece porque se achican los recursos necesarios para mantenerlo. Si se necesita ampliar la oferta del bien o servicio, entonces todo se complica.
Ejemplos hay muchos: servicio eléctrico y agua potable, para citar dos casos donde los subsidios han castrado el demandado crecimiento de la oferta.

Hay otras dificultades vinculadas a las cosas públicas. Necesitan mantenimiento. Se hacen cuantiosas inversiones que luego se dejan deteriorar por falta de dinero para mantenerlas. Las carreteras entran en ese renglón. Es una realidad palpable que República Dominicana cuenta con una buena red de comunicación vial, compuesta por modernas autopistas, carreteras y caminos vecinales que ya posibilitan llegar a los más apartados pueblos y ciudades en tiempo relativamente corto, en comparación con 10 años atrás. Se necesita construir otras y mantener las ya construidas.

Tener y conservar buenas carreteras cuesta y ese costo alguien lo tiene que pagar. El principal instrumento mundial para el cobro por el uso de las carreteras es el pago de lo que localmente se llama peaje. El fideicomiso estatal Red Vial
-formado por un consejo integrado por los ministerios de Obras Públicas, Hacienda y Economía y Desarrollo, y el Banco de Reservas- es quien administra los peajes estatales y ha dispuesto, con efectividad desde ayer, un ajuste o indexación a las tarifas aplicables, lo que implica un aumento porcentual entre 20 y 100%. Red Vial ha dicho que el dinero de los peajes es utilizado para ejecutar un amplio programa de expansión y modernización de la red vial nacional. Mejor uso no se les puede dar. Solo hay que velar porque se cumpla.

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