La creatividad de Dios

Hoy estuve en el gimnasio poniéndome bajo una hora de miseria con mi entrenador personal y mi mente comenzó a preguntarse ¿por qué estaba haciendo esto? Debo admitir que no me gusta mucho hacer ejercicio, ya que nunca he experimentado esa subida&#8230

Hoy estuve en el gimnasio poniéndome bajo una hora de miseria con mi entrenador personal y mi mente comenzó a preguntarse ¿por qué estaba haciendo esto? Debo admitir que no me gusta mucho hacer ejercicio, ya que nunca he experimentado esa subida de endorfinas de la cual mucha gente habla después de hacer ejercicio. A medida que mis pensamientos comenzaron a volverse un poco más profundos, fue cuando comencé a notar toda la diversidad a mi alrededor, las diferentes formas, tamaños, alturas, colores y nacionalidades. Mientras todo el mundo seguía su rutina del día, me puse a pensar en la creatividad de Dios. Yo creo en Dios, creo que hay más en nuestra existencia que nuestra experiencia terrenal.

La mayoría de nosotros experimentamos en algún momento de nuestras vidas una enseñanza religiosa. En las enseñanzas que recibí se me expresó que Dios era todo lo bueno y todo amor. Me enteré que somos hijos de Dios y que Dios nos ama a todos. Me enseñaron que Dios nunca cometió errores y que no podía equivocarse. Así que tengo que preguntarme, si esto es la enseñanza de Dios, entonces ¿por qué tantas personas en el mundo que profesan amar y tener una relación con Dios juzgan su trabajo de forma tan crítica?

Me di cuenta de que todo el que me rodeaba era único y diferente. Y por desgracia, en nuestro mundo de hoy nosotros los seres humanos hacemos juicios constantes unos a otros sobre nuestras diferencias internas y externas. Juzgamos a las personas con menor estatura que nosotros, más altos, de diferentes nacionalidades, de diferentes colores y a los que aman de manera diferente a nosotros. Juzgamos basándonos básicamente en cada factor distintivo interno y externo que podemos ver o interpretar. Estos juicios no son solamente discriminatorios y marginales, son una crítica a la obra de Dios. Si realmente creemos que Dios es todo lo bueno y Dios ama a todas las personas, entonces en el momento en que sostenemos a otros de forma negativa estamos sosteniendo a esa persona ante Dios y diciéndole: ¡Esta creación no es buena! En realidad, ¡estamos juzgando a Dios! Estamos diciendo que cometió un error con esa persona. Yo no sé ustedes, pero yo, basándome en mis enseñanzas religiosas, me inclino a estar de acuerdo con la belleza y la creatividad de Dios, que a juzgar negativamente sus creaciones, como si yo supiera más que él.

Los seres humanos son diferentes por una razón y a través de esas diferencias hay muchas lecciones que aprender y muchas experiencias que adquirir. Sólo tenemos que liberar nuestras mentes del juicio e inseguridad y abrazarnos unos a los otros por nuestras hermosas diferencias. Nada se resuelve a través del mal juicio, pero las oportunidades se crean para tener la mente abierta y abrazarnos unos a los otros por lo que traemos de forma única a la vida. Antes de responder negativamente a alguien o ridiculizarlo por algún rasgo distintivo que Dios le dio, trata de ver primero la belleza en esas diferencias y abraza la creatividad de Dios. 

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